lunes, 4 de mayo de 2015

Huatabampo, Sonora; entre el estiércol y la esperanza



César del Pardo Escalante

El Huatabampo antigua, viejo y nuevo está llorando; la tierra de grandes personajes esta herida; la tierra de José Luis Ramírez, ex campeón mundial de boxeo, de Soraya Jiménez, ex campeona olímpica, de la actriz Margarita Magaña, del artista del boxeo Agapito Villegas, del velocista olímpico Juan Pedro Toledo, los actores Mario y Fernando Almada; de otro no tan bueno como Álvaro Obregón y también de sus héroes, como los hermanos Arana Murillo (Jesús y Marco Antonio) toda una tradición de generación envueltos en la tradiciónal contradicción de clase, que está en su peor momento.

A pesar del caciquismo de los Ibarra, los Ruiz, y etc. La comunidad tenía y tiene su decencia y en medio de ellos (los caciques y la comunidad) pulula una casta de oportunistas que siempre andan viendo cómo sacar raja de los partidos y están en venta para el mejor postor; ahí puede usted ver a los “profesores” Miranda, Hurtado y otras basuras.

Sin embargo, la dignidad siempre a estado presente ¿Quién no recuerda el juego del Chaquete? ¿Quién de los viejos no recuerda, a los Rojas, a los Duarte, el Lic., Ríos, a René del Pardo, al “Capón” y un largo etc.? ¿Quién no recuerda el Gimnasio de Box en el viejo estadio de Beis bol que tantas glorias nos dio?

Al “Lindon”, al profesor Ramiro, al Regino Corral (excelente beisbolista y boxeador) con su grandes jonrones y atrapadas o a los grandes futboleros como los Arana, “El Morro”, el profesor Reyes, “El Pardo”, los hermanos Manuel y el Pancho; uff un largo etcétera.

A sus chicos hippies de su tiempo; “El Checo”, “El Neto Pardo” “El Parientito”, “El Daniel Chiquete”; “pura cajeta” (así le dicen en el Mayo a lo mejor); jovencillos amantes de la gran música de rock, como lo Beatles, John  Lennon, Cat Stevens, John Denver, Bob Dylan, y etc.

Y no faltaron los jóvenes valientes que fueron más allá; inspirados por la revolución cubana y la figura del Ché, cientos de jóvenes, aglutinados en la “Prepa popular” de Navojoa y en la Normal del “Quinto” y muchos de ellos huatabampenses tuvieron que pagar con represión y algunos con su vida su atrevimiento al querer tomar el cielo por asalto.

La vida cotidiana del huatabampense era tan cordial que cualquiera podía presumir que era de “buenas familias” y esto  la burguesía regional no lo entendían en su  manejo ridículo de “decencia” para los pobladores hablar de buenas familias era sinónimo de dignidad; algo que todavía los caciques de Huatabampo no han sabido interpretar y menos comprender; por eso llegan al ridículo de tener dos escuelas, su centros de baile y hasta un ¡Panteón! ¡Cuidado que no se le pegue la decencia de los difuntos del pueblo!

Al final siempre la contradicción es la misma; lo ricos contra los pobres; y los ricos y los oportunistas para eso tiene partidos; así a los Nieblas, Los Hurtado,  los Bleizeffer o los Almadas en un tiempo pueden estar en el PRI y después andar en PAN; al final son los mismo ganones de siempre.

Mismas familias; en el pasado remoto fue presidente Prospero Ibarra, después sus hijos y ahora sus nietos, los candidatos de hoy fueron compañeros de partido antes y ahora ya fueron presidente, diputados, funcionarios y van por mas; se llaman igual, hablan igual y viven igual; en la opulencia y en nombre de los pobres.

Por si fuera poco (como en la conquista española) unos cuantos mandan ahora en el municipio; y va en aumento la venta drogas en las escuelas, prostitución y violencia; delante de todos; de bueno y malos.

Cuando llegaron 700 españoles y dominaron a 2 millones, con puras “cachetadas” los hubiéramos eliminado, ahora una minoría tiene en la zozobra a una población de 100 mil habitantes con la complicidad de quienes hoy se disputan los puesto de elección.
Tengo la firme esperanza que el Pueblo Mayo se levantara y limpiar de toda basura nuestro terruño; empecemos tachando las boletas electorales con dos frases “No a la farsa electoral” “No a la violencia en nuestro municipio”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario