viernes, 30 de enero de 2015

Gerardo Rosarito Blues: Un Doctor por favor...

Un Doctor por favor…

Playas de Rosarito, B.C.- La explosión de un Carro Pipa de Gasolina contra un Hospital Infantil en Cuajimalpa nos sacude y trae a la memoria las dantescas imágenes de tragedias tales como la de “San Juanico”, los alcantarillazos de Guadalajara, el incendio de la Guardería “ABC” en Hermosillo y otras situaciones terribles donde se conjugan la imprudencia con la indolencia de las autoridades. 

En automático volteamos a ver a la “Coqueta y Pecaminosa” Tijuana donde algún urbanista ha dicho que ese girón de la patria reúne los condimentos para anticipar un gran caos, una eventual tragedia urbana de mayúsculas proporciones. 

Agudizado ese riesgo por la ausencia de autoridad, los vacíos de gobierno y las presiones de los grupos de poder, los “gandallas de siempre” para “salirse con la suya” sin importar el grave riesgo en que ponen y arrinconan  a los ciudadanos. Allí está la Gasera del Crucero en la “5 y 10” y más recientemente la iniciativa de operar una Gasolinera muy cerca de una escuela y que un “político de cuarta”, pretende impulsar a toda costa aun con la negativa inicial del alcalde…

El Presidente Municipal, Dr. Jorge Astiazarán Orcí, el mismo quien muy jovencito se iniciara como rescatista y paramédico de la Benemérita Cruz Roja entiende mluy bien de esto, por ello ofertó en su campaña “Un Doctor para curar los males de Tijuana”. Un admirado profesionista, centrado, medido y prudente, con alto sentido humano que para muchos a la postre se ha engullido la malsana política y en cierta forma arrasado al Galeno, al grado tal de hacerlo ver como un Alcalde medroso y titubeante a la hora de fajarse para imponer el orden…

Hoy en día le siguen pesando esas presiones al Doctor Astiazarán para favorecer a intereses mezquinos y particulares de conocidas y rancias familias que están ligadas a giros específicos: Plantas  de almacenamiento de gas butano, costosas obras viales, gasolineras, industrias, casinos, plazas comerciales y otros rubros, lo que obligan al “Jefe de la Comuna” a tomar posturas firmes y definidas basadas en dictámenes técnicos, cartas y códigos urbanos, incluidos los atlas de riesgos. 

Los ejemplos de obras aberrantes abundan y sin ir muy lejos allí están el estacionamiento subterráneo, la Plaza 11 de Julio, el elevador de Palacio Municipal, la avenida internacional o varios puentes vehiculares promovidos “a chaleco” o encasquetados por personajes como el ex alcalde Jorge Ramos o el ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán y que culminaron en obras con serias fallas estructurales, autenticas “chicanadas” o bien incipientes obras que no solo son molestas sino, que representan pérdidas millonarias y hasta la causa de eventuales tragedias urbanas. 

En suma, el alcalde está en la oportunidad histórica de apegarse a los consejos de los expertos,  los manuales urbanos y con la Ley en la mano, un Presidente Municipal que en verdad escucha a sus gobernados, o bien resignarse a la historia como un pelele más que sucumbió  a las presiones de estos grupos y personajes plenamente identificados de los que rodeó hasta asfixiar todas sus buenas intenciones. Podrá el hombre de ciencia ahuyentar la inmundicia de la política?, a grandes males…. 

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