“ROSARITO BLUES”/Gerardo Díaz Valles
SE PASAN
La labor informativa es obstaculizada por funcionarios públicos municipales del alcalde Silvano Abarca Macklis, quien “hace como que hace”, pero en realidad se la pasa en campaña proselitista para solicitar el voto para quien tiene sus complacencias. A favor de los candidatos que le imponen dos personajes un tanto exóticos y mezquinos, Fernando Beltrán y Francisco Vega “El Amigo de Rosarito”. El primero de ellos, un afamado y habilidoso promotor del boxeo y el segundo, pues despacha, cobra y también “hace como que hace” de Gobernador del Estado. El caso es que en nuestro amado pueblo, en plena era de elecciones y bajo el gobierno de Silvano Abarca Macklis y en plena veda electoral, a su director de Policía, Joaquín Antonio Olea López, se le ocurre interpretar las disposiciones del renovado Instituto Nacional Electoral (INE), para supervisar el desempeño de los funcionarios públicos y asegurarse de que estos no se distraigan en horas de trabajo, al tiempo de que no se desvíen ni utilicen los recursos públicos para tratar de beneficiar a tal, o cual candidato. Disposiciones que les importa “una pura y dos con sal” a los funcionarios quienes andan desatados con singular alegría realizando diversos actos proselitistas a todas horas y claro, disponiendo de personal, vehículos, recursos y tiempo de quienes se supone, están consagrados a servir a los ciudadanos como nunca antes se vió en gobierno alguno. Nada más falso que esto. Es así como los tres conceptos que no son incluidos dentro de las restricciones de la citada “Veda Electoral”: salud, educación y seguridad pública, no deben ser incluidos en estas restricciones por ningún motivo. Pero al señor Olea López, celoso de su deber, aseguran le atemoriza ser amonestado u apercibido por la Sindicatura, la Contraloría o instancia alguna, por lo que pronto emitió sendos oficios a sus subalternos a fin de suspender la circulación de toda información que pase por la Dirección a su cargo: boletines, fichas informativas y los partes policiacos, que dan cuenta a los Medios Informativos de la incidencia delictiva en la ciudad. Si bien los Regidores y funcionarios de elección son exhortados para que se apeguen a la Ley en la materia, al alcalde “que entiende y atiende”, solo puede ser apercibido, reconvenido, exhibido u sancionado por el Congreso. Mientras tanto, los funcionarios funcionan poco, a medias y simulan. Allí se les puede ver a todas horas, fanatizados, en las redes sociales promoviendo desde sus respectivas cuentas personales a sus candidatos, mostrando sus aspiraciones personales y, de paso hartando más al atribulado pueblo que ya no quiere salir a las urnas. Sin recato, ni pudor alguno.
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