· Especialistas en el tema migratorio reflexionaron en torno a la influencia de la comunidad mexicana en el país vecino, en el marco de Tijuana Innovadora 2014 “Diáspora Mexicana, el talento que voló al norte”.
La migración de mexicanos hacia Estados Unidos ha alcanzado tal evolución y trascendencia, que puede compararse a eventos históricos como la Independencia o la Revolución Mexicana, pero ni uno ni otro país parece ser consciente de ello.
Con esa reflexión Tonatiuh Guillén, presidente del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), abrió el panel “Los Mexicanos en Estados Unidos: Desafíos y potencialidades para dos naciones”, donde especialistas reflexionaron en torno al peso de ese fenómeno, en el marco de Tijuana Innovadora 2014 “Diáspora Mexicana, el talento que voló al Norte”.
Guillén, como moderador de la mesa, inició dando a conocer la cifra dura: 34 millones de personas de origen mexicano, es decir, una tercera parte de la población de nuestro país, radica en Estados Unidos, lo que convierte a México en “una nación transterritorial”.
Jorge Bustamante Fernández, ex presidente fundador del COLEF y catedrático de la Universidad de Nortre Dame, después de referirse a cómo la fuerza laboral de los migrantes ha cambiado, de ser antes de carácter agrícola, y ahora mayormente industrial y de servicios, reprochó que a los mexicanos que nos hemos quedado, poco nos importa la situación de los compatriotas al otro lado de la línea, “hay una gran indiferencia”.
Por su parte Manuel García y Griego, ex director del Centro de Estudios México Americanos en la Universidad de Texas en Arlington, se refirió a esos 34 millones de mexicanos no como una simple beta de remesas, sino una fuente de influencias culturales, dado a la fuerza política, social y económica que cada vez determina más las políticas sociales de los Estados Unidos.
Pero los números no son tan elocuentes como los hechos, y David Maciel, investigador del COLEF y profesor emérito de la Universidad de California, puso un solo ejemplo como evidencia del potencial político que ha alcanzado la
población mexicana en “el otro lado”: la elección, apenas ayer, de Kevin de León, como el primer Senador de origen mexicano desde 1893, a quien además calificó de extremadamente progresista, nacionalista y declarado orgullosamente chicano.
“Estamos en todas las ramas de la vida social, económica, política, cultural, empresarial”, expresó Maciel. Y agregó: “Estados Unidos es el segundo país del mundo donde más se habla español”.
Concluyeron los panelistas que, efectivamente, hay muchos logros, pero también profundos retos para los migrantes mexicanos en la Unión Americana. Por ejemplo, el nivel educativo todavía está muy lejos de lo deseado; la representación política se ha limitado a la esfera local pero falta mayor incidencia en el nivel federal; otro reto es que exista una mayor correlación entre “los dos Méxicos”, el que nos quedamos en nuestro país y el que vive dentro de Estados Unidos, pues nos hemos desatendido mucho de nuestros compatriotas.
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