martes, 15 de septiembre de 2015

Lamentable alternancia.



Palco de Prensa
Miércoles 16 Septiembre 2015   
                                                          
    
                                                           Por : Gilberto LAVENANT
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La alternancia política, es una de las cosas más interesantes y valiosas de la democracia. Los pueblos, gobernados por políticos corruptos, soberbios, arbitrarios, desesperados están en espera de los siguientes comicios, para votar en contra del partido que llevó al poder, al “pillo de siete suelas”.

Sin la democracia, no fuese posible sacudirse a tales malandros.

La alternancia política, es como una tabla de salvación  a la que se aferran los náufragos, en pleno mar, con la esperanza de sobrevivir. Lamentablemente, casi siempre ocurre, que están peor, los que entran, que los que salen. Algo así como salir de Guatemala, y entrar a guatepior.

Desgraciadamente, casi siempre la alternancia se convierte en una mera simulación. En un fraude político. Por la simple y sencilla razón de que, los que se van, y los nuevos que entran, resultan ser “parientes políticos”.

No precisamente porque existan lazos de parentesco entre ellos. Es más, ni amigos son. Pero, ante la sentencia de que “perro no come perro”, o aquella de que “los carniceros de hoy, serán las reses del mañana”, nada hacen, para obligarlos a pagar los “platos rotos”.

 Los que se van, aparentemente con la cola entre las patas, en realidad van felices, a disfrutar las riquezas mal habidas y a esperar que trascurran los plazos legales, para intentar acciones legales en su contra. Conocen el sistema político mexicano y en especial los “usos y costumbres”.

Saben, perfectamente, que, además del enjuiciamiento o linchamiento mediático, sus sucesores no intentarán nada en su contra.

Los nuevos, que entran, hacen como que escudriñan en la suciedad, pero en realidad, simplemente reacomodan los escombros, para ver qué es lo que se pueden apropiar ellos. Casi siempre así pasa. Sean del partido político que sean.

A propósito de partidos políticos, actúan como simples espectadores, ante espectáculos tan vergonzantes y bochornosos. Nunca vigilaron, la actuación del político que llevaron al poder. Ni lo recriminaron por las raterías que cometió, siendo gobernante. Por eso, cuando salen con la cola entre las patas, ni la cara dan para defenderlos.

El gobierno central, por su parte, para que no lo acusen de “agarrar partido”, deja que los gobernantes locales, cometan cuanto ilícito les sea posible, incluso con recursos federales. Le apuestan a la decepción y al coraje de la población, para que en los siguientes comicios, voten a favor de los candidatos de su partido. Entonces, viene la alternancia.

Así fue como el foxismo llegó a Los Pinos, la residencia oficial de la Presidencia de la República. Con el ranchero simplón, parecía que habría un cambio. Y lo hubo, pero solamente de caras, no de mañas.

Luego llega Calderón, y pasó lo mismo. Verse sentados, a la mesa presidencial, como mandones, no como invitados, les hizo olvidarse de sus principios doctrinarios y, no quisieron desaprovechar la oportunidad, que sabían no se repetiría nunca en su vida. Así que, procedieron al grito de “ataca Matías, que de esto no hay todos los días”.

La expectativa de cambio, de la alternancia política, la arrumbaron en donde mejor pudieron. Por eso, los mexicanos los pusieron “de patitas en la calle”. Si hubieran actuado con honestidad y congruencia, aún serían los mandones en el país. Ni modo, los perdió la codicia y hoy tienen un partido, casi convertido en escombros. No obstante, se pelean por él, como perros y gatos.

Viene al caso comentar todo esto, porque el domingo pasado se dió la alternancia en el gobierno local del Estado de Sonora. La priísta Claudia Plavovich, asumió la gubernatura estatal, sucediendo en el cargo al nefasto gobernador panista, Guillermo Padrés, que construyó una “presita” en sus terrenos, dejando sin agua a los sonorenses.           

La priísta, en su discurso inaugural, describe las condiciones en que recibe la entidad : "La realidad del Gobierno –dijo- que estamos recibiendo, es lamentablemente desastrosa. Es impresionante la ruina económica y moral que nos dejaron. La moral es lo realmente preocupante. El nivel de corrupción fue terrible, nunca visto en Sonora. Atrás quedaron hospitales en ruinas, atrás se quedó el Gobierno que se robó el dinero de las escuelas. Hoy despertamos del mal sueño en Sonora, no será tierra fértil para quienes abusaron de la confianza de los sonorenses".

En otra parte de su mensaje, señaló : “Hoy despertamos de ese mal sueño, para dejar atrás la opacidad, corrupción e ineficiencia a la hora de gobernar e impunidad”.

Como lo  esperaban los sonorenses, dirigió un “mensaje de despedida” al exgobernador Padrés. Entre otras cosas, dijo :

-“Quien fue corrupto, no va a estar tranquilo, hasta que pague las consecuencias de sus actos”.

-“Atrás quedaron los escándalos de enriquecimiento ilícito, hipócrita y descarado”. 

-“Si alguien piensa, que va a poder disfrutar de lo que indebidamente se llevó, que lo piense dos veces”.

Los sonorenses confían en que esta alternancia, no sea una mera simulación. Que Claudia Pavlovich, cumpla su palabra y gobierne con honestidad y eficiencia. Sin corrupción.

                                                                                            gil_lavenants@hotmail.com

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