Palco de Prensa
Martes 9 Junio 2015
Por : Gilberto LAVENANT
Los panistas de Baja California, en particular los que participaron como candidatos a diputados federales, en el proceso electoral que acaba de concluir –bueno, faltan algunos detalles- andan como “pavo reales”, como si realmente fuesen merecedores del triunfo que les adjudicaron. Para nada, y eso hay que precisarlo.
En este proceso, no se trata de que, quienes ganaron, son los buenos, y los que perdieron, los malos. Nadie le debe restar méritos al Presidente Enrique Peña Nieto. Como diría “el chavo del 8” : “él lo hizo solito”. Bueno, hubo quien le dió la mano. Pero el reconocimiento principal le corresponde al exgobernador del Estado de México.
Y hay que precisarlo, porque los ganones de este proceso, ya empiezan a adjudicarse méritos que no les corresponden. Virtudes de las que carecen y dotes políticos que magnifican, cuando que todo fue meramente circunstancial.
Sin Peña Nieto, los panistas no hubieran logrado ni una sola curul. El Presidente apretó el pescuezo a muchos mexicanos, en especial a los bajacalifornianos, hasta el hartazgo, de tal manera que que los electores locales, los que decidieron salir a votar, lo hicieron para descargar su hastío en contra de los candidatos priístas. No se explica de otra manera.
¿Qué pretexto o excusa pondrán los futuros diputados federales blanquiazules, cuando pasen los meses y no logren aumentar los salarios mínimos? Y les recuerden que decían : ¿Quién dice que no se puede? ¡Claro que sí se puede!
¿Qué pretexto o excusa pondrán los políticos blanquiazules, cuando pasen los meses y no logren, que ni un solo político corrupto, sea enviado a prisión? Ni siquiera alguno de los hijastros de Vicente Fox. De esos de apellido Bibriesca.Y les recuerden que decían : ¿Quién dice que no se puede? ¡Claro que sí se puede!
Y es que no es lo mismo, político en campaña, que político mamando del presupuesto. Como dicen, del dicho al hecho, hay mucho trecho.
Al menos en Baja California, el panismo ya va para 26 años y las condiciones en que se encuentra esta entidad, es por culpa de ellos. No pueden culpar a nadie más.
¿Entonces, por que ganan los candidatos panistas? ¿Será acaso por honestos? Ni la burla perdonan. ¿Será acaso por eficientes? Vergüenza debería darles. No solamente tienen la entidad endeudada hasta el tope, sino además, en un estancamiento económico, del que no se visulumbra que saldrá pronto.
Desde que arribaron al poder, con la ruffomanía, realizan a la perfección, las triquiñuelas que tanto criticaron cuando las hacían los priístas. Los alumnos, superaron a sus maestros. No cabe duda.
Bueno, si ya tienen el triunfo electoral en la bolsa, que den muestras claras y precisas, de que sí habrán de cumplir sus promesas. Que fijen plazos para ello. Supuestamente saben hacerlo e incluso, están seguros de que si se puede. ¿A poco no?
Por ejemplo, darle marcha atrás a la reforma fiscal. Regresar el IVA al 11%. Que recuerden aquello que tanto pregonaron : ¿Quién dijo que no se puede? ¡claro que si se puede! ¿Quién dijo que no?
En 12 años que estuvieron al frente de la Presidencia de la República, no disminuyó el grado de corrupción, el derroche y desvío de recursos públicos, la narco violencia. Pero son unos desmemoriados, olvidaron sus fracasos y ahora tratan de parecer valientes, decididos y acertivos. Ya olvidaron que en la derrota electoral, frente a Peña Nieto, su partido quedó reducido a simples escombros.
Nadie puede negar, que el benefactor de los panistas, el que los rescató de las ruinas, fue precisamente Peña Nieto y su “Pacto por México”. Por el Primer Mandatario, conservan la gubernatura de esta entidad. Por él, ganaron 7 de 8 diputaciones federales, en estas elecciones intermedias.
Los candidatos priístas, podría decirse, son los menos culpables de tan feas derrotas en los comicios del pasado domingo 7 de junio. Pecaron de ingenuos, eso si, pues supusieron que el priísmo está en proceso de recuperación y que pronto volverá a ser la “aplanadora electoral”.
También tienen parte de culpa, quienes seleccionaron a los candidatos priístas para esta contienda. Algunos de ellos, no cubrían perfil, ni para suplentes de regidores. Mucho menos para una diputación federal, que es de las más difíciles.
Por cierto, ¿habrá algún valiente dispuesto a revelar cómo le hicieron para seleccionar a los candidatos priístas? Sobre todo : ¿Quién fue el autor de tal selección? Porque habría que recordar aquello de “tanta culpa tiene el indio, como el que lo hace compadre”.
El método de selección de candidatos priístas, que muchos presumen conocer, es como un dogma político. Todos los priístas están obligados a aceptarlo, como infalible, aunque estén inconformes con los nombres de los seleccionados.
En lo que no cabe duda, es que el principal responsable –por no decir que el único- del fracaso electoral del priísmo en la entidad, es el Presidente Enrique Peña Nieto. Ni modo de negarlo. Salta a la vista.
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