sábado, 4 de abril de 2015

Los panchitos.




Palco de Prensa
Domingo 5 Abril 2015   
        
                                                             
  Los panchitos.
                                                     

     Por : Gilberto LAVENANT

Hay un dicho por ahí, que advierte : “del plato a la boca, se cae la sopa”.

Lo experimentó en carne propia el exalcalde priísta Francisco Pérez Tejada Padilla. Ya se sentía diputado federal. Sin embargo, a casi 48 horas de iniciar su campaña “lo tumbaron del macho”.

Nadie se explicaba, y mucho menos lo podían justificar, que los dirigentes priístas, tanto locales como nacionales, estuviesen aferrados a postularlo como candidato a diputado federal, pese a las serias acusaciones sobre malos manejos en su administración como Alcalde de Mexicali.

Al menos dos denuncias penales y dos solicitudes de juicio político, amenazaban su carrera política. Aunque la diputación federal, no la quería precisamente para legislar, sino por el fuero que implica dicha posición, que le permitiría evitar acciones penales en su contra.

Y pese a las tormentas desatadas por sus turbios manejos como alcalde, la iba librando, gracias a las negociaciones de los priístas con el gobernador panista Francisco Vega de la Madrid.

En base a meros tecnicismos y el mayoriteo legislativo, bastante amañado, por cierto, las dos solicitudes de juicio político, fueron echadas al bote de la basura.

No se pudo hacer lo mismo con las denuncias penales. La presentada por el Síndico Procurador del Ayuntamiento de Mexicali, Humberto Zúñiga, y la otra, por parte de Victoria Bentley, dirigente estatal de los burócratas.

Lo acusaron de haber causado daño patrimonial al gobierno municipal de Mexicali por 939 millones de pesos, por haber omitido cubrir cuotas o aportaciones al Issstecali, por un monto similar, lo que implica un delito.

La fracción XIV del artículo 293, relativo al abuso de autoridad, considera como abusador : “El servidor público que teniendo la obligación legal  de enterar a las instituciones de seguridad social, estatales o municipales, las cuotas o aportaciones establecidas en la ley, las retenga indebidamente o retrase su pago sin causa justificada, si ya hubiera sido previamente requerido por la institución de SeguridadSocial”.

Panchito desvió aproximadamente un mil millones de pesos, destinados al Issstecali. Acreditar la comisión del delito, es mero tecnicismo. El ejercicio de la acción penal en su contra, por abuso de autoridad, es inminente, aunque en política, todo es posible. De ser sometido a proceso, podría recibir una condena de 2 a 8 años de prisión y hasta 400 días multa.

Para desgracia de Panchito, las denuncias penales en su contra, no pudieron ser desactivadas por el Gobernador panista, porque al hacerlo, se convertiría en cómplice del exalcalde y además, traicionaría al Síndico Procurador, que es de extracción panista, y a la dirigente estatal de la burocracia, Victoria Bentley, que le apoyó para que sacara tanto la Ley del Servicio Civil como las reformas a la Ley del Issstecali.

Pero no solo eso. Es evidente, que cuando están a punto de iniciar las campañas electorales, ha habido un distanciamiento entre Kiko Vega y los priístas. Por lo tanto, nada garantiza, en estos momentos, el que no se ejerza acción penal en contra del exalcalde priísta. Se podría hacer en plena campaña electoral, lo que significaría un serio descalabro para el priísmo en general.

Ante cualquier señalamiento en contra de Panchito y su pésima función como alcalde de Mexicali, doña Nany Sánchez Arredondo, dirigente estatal del PRI, argumentaba que eran simples ganas de fastidiar, por parte de los panistas. Que era una simple campaña mediática que no le afectaba, para nada, sino que simplemente le haría más popular.

Por su parte, Panchito aparentaba extrañeza de que se le pretendiera someter a proceso penal, por “meros errores administrativos”. Hace unos días, al ser citado a comparecer ante la Procuraduría de Justicia del Estado, sintió que “la lumbre le llegaba a los aparejos” y mejor “se bajó del caballo” o “lo tumbaron del macho”. Para el caso dá lo mismo.

Aunque los motivos o razones para su retiro de la candidatura, son más que evidentes, se dice que fue una decisión del Presidente del CEN del PRI, César Camacho y para corregir inconsistencias por la equidad de género. La verdad es que su candidatura, en todo momento fue un absurdo.

Los priístas habían pregonado, que en esta contienda, serían representados por candidatos con una trayectoria limpia, sin antecedentes relacionados, ni con el crimen organizado, ni con actos de corrupción. La candidatura de Panchito, había generado múltiples incomodidades.

En especial, estaba dañando la imagen de todos los candidatos priístas a diputads federales en la entidad. A todos ellos les daba vergüenza asistir a algún evento, en el que estuviese presente el exalcalde mexicalense. Y Panchito trataba de disimular los desdenes, riendo como niño ingenuo.

Tan seguro que se sentía, pero tuvo que experimentar en carne propia, que efectivamente es cierto eso de que “del plato a la boca, se cae la sopa”. A él se le cayó la candidatura para diputado federal.

La cuestión es que en el priísmo, hay muchos otros Panchitos, que aunque no andan de candidatos, son seriamente cuestionados por las irregularidades en sus gestiones administrativas. No obstante lo cual, son protegidos y solapados por el priísmo. Los Carlos, Javieres, Enriques y muchos más.

                                                                                              gil_lavenants@hotmail.com

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