jueves, 6 de agosto de 2015

TIJUANA SE CIMBRA DE TEMOR ANTE LA AMENAZA DE LA LLEGADA DEL “NIÑO”


**En Tijuana con el paso del tiempo han aumentado las colonias propensas a sufrir derrumbes e inundaciones porque es más grande la necesidad del espacio para vivir, que el temor a perder la vida

Por Rodrigo Medeles.
TIJUANA 2015.-Las inundaciones de enero de 1993 fueron una muestra brutal y repentina del elevado costo social, económico y ambiental que implica el crecimiento desordenado y la alta vulnerabilidad a emergencias naturales que éste genera.

Recientemente se nos  recordó de manera abrupta la gravedad de las deficiencias urbanas de nuestra ciudad. El elevado volumen de agua que se precipitó en cuestión de minutos, fue un hecho inesperado sin duda, pero susceptible de repetirse, además  puso de manifiesto la vulnerabilidad de Tijuana ante situaciones de emergencia causadas por fenómenos naturales.
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 En 1993 Tijuana vivió una de sus peores catástrofes, los canales pluviales se vieron rebasados y las laderas y colinas que conforman la tipografía de gran parte de la ciudad se convirtieron prácticamente en cascadas torrenciales que arrasaban todo a su paso.

Cerca de 8 mil personas fueron evacuadas y más del 60 %  sufrió  daños patrimoniales irreparables, este desastre le arranco la vida a un gran número de personas y aunque las cifras que  se manejaron no rebasaban las 40 muertes, sin duda un número muy reducido para el tamaño de este desastre natural…La cifra numérica de 40 millones de dólares en daños materiales y trabajos de limpieza es impresionante.

Pero más impresionante son las deficiencias urbanas que han sido generadas por el crecimiento incontrolable y explosivo de la ciudad durante los últimos años y que se debe sin duda a un gobierno insensible y sordo con la sociedad y que se ha venido corrompiendo por décadas  otorgando jugosos permisos a constructoras rapaces quienes construyen en laderas y cauces naturales poniendo en riesgo la integridad física material de los tijuanenses.

La falta de estructura urbana y servicios públicos eficientes se debe en gran medida a que no existe una buena coordinación entre los niveles estatales y municipales de gobierno, provocando con esto una creciente demanda habitacional indebidamente autorizada en zonas de condiciones geográficas difíciles para el correcto crecimiento urbano de la ciudad, en pocas palabras la superficie urbanizable a bajo costo, la expansión física de la cuidad y los diversos problemas urbanos que hoy enfrenta Tijuana han echado por tierra cualquier esfuerzo serio de planeación en la ciudad.

La reciente tormenta que azotó la ciudad de Tijuana, dejo en evidencia la falta de coordinación, pues jamás emitieron una alerta de la tromba que en cuestión de minutos arrasó Tijuana dejando cuantiosos daños materiales.
Es preocupante  la  poca intervención que hubo por parte de las autoridades tanto estatales como municipales a quienes no se les miro por las calles de Tijuana ayudando a una población que sin lugar a dudas fue sorprendida por esta torrencial lluvia dejándolos atrapados en diferentes puntos de la ciudad
Muy tarde se iniciaron los desazolves y limpieza de pluviales que en diferentes delegaciones se trataban de hacer y ni qué decir del ridículo que intentaban hacer los de protección civil al decirle a la población que si no tenían nada que hacer en las calles que por favor permanecieran en sus casas.

“Estamos preparados para el fenómeno del “niño” no queremos que pasen los sucesos tan lamentables del 93 donde hubo pérdidas de vidas, por eso tenemos que estar preparados los tres órdenes  de gobierno” aseguró Astiazaran Orcí

¿Estamos preparados para un nuevo fenómeno del “niño”? La respuesta me parece que es muy fácil de adivinar. Este gobierno se ha dedicado a empezar obras que solo provocan un caos basta con mencionar como la vía rápida se encuentra en constante reparación por ser obras de baja calidad pero de un alto costo para el bolsillo del contribuyente a quienes por cierto ha desquiciado al obligarlos hacer largas filas para poder llegar a sus hogares después de una larga jornada de trabajo.

En Tijuana con el paso del tiempo han aumentado las colonias propensas a sufrir derrumbes e inundaciones porque es más grande la necesidad de espacio para vivir que el temor a perder la vida.

Son tantas las colonias de alto riesgo que uno se pregunta si los que están detrás de la dirección de administración urbana ya cuenta con un lugar a salvo de cualquier eventualidad, porque si preguntara si nuestro alcalde Jorge Astiazaran, y el gobernador “Kiko” Vega de la Madrid, cuentan ya con el suyo seguramente más de uno me tacharía de inocente… 

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