Palco de Prensa
Sábado 7 Febrero 2015
Por : Gilberto LAVENANT
Uno de los males, más comúnes, de los políticos, es la sordera crónica. Bueno, además de la necedad. Son tercos. Se montan en su macho, y nadie los tumba.
Ejemplo de ello, los bajacalifornianos siempre se han quejado del centralismo. A tres mil kilómetros de distancia, dictan medidas absurdas y nocivas para la economía fronteriza, y aunque les reclamen, no dan marcha atrás. Les gritan, y no escuchan.
El asunto de la homologación del IVA, ha sido uno de los más impactantes. Principal desastre de la crisis económica en la frontera mexicana. Pero también las restricciones en el manejo de divisas, la importación de autos usados, las inútiles y engorrosas revisiones en el cruce fronterizo.
Y no es necesario ir tan lejos. Aquí en Baja California, a poca distancia, incluso cara a cara, los políticos dan visibles muestras de la sordera crónica que padecen. En particular, los priístas.
Cuando empezó a correr el rumor de que se pretendía postular como candidato priísta a diputado federal, al exalcalde mexicalense, Francisco Pérez Tejada Padilla, se pensó que se trataba de una broma de mal gusto.
Inicialmente, muchos priístas bromeaban, pues pensaban que era descabellado –algunos dicen “está pelón”- que se pretendiera candidatear a un individuo tan repudiado y cuestionado, existiendo en su contra, acusaciones penales y solicitudes de juicio político.
Al avanzar el calendario electoral, para el proceso de las elecciones intermedias, sin rubor alguno, o con exceso de desfachatez y cinismo, el aludido solicitó su registro como precandidato. Algo absurdo, Panchito se sentía soñado.
La Sindicatura Procuradora del Ayuntamiento de Mexicali, aregumentando que Pérez Tejada generó daños patrimoniales, al gobierno municipal de la capital del estado, por un monto superior a los 900 millones de pesos, con “los pelos de la mula” en la mano, lo denunció penalmente y presentó solicitud de juicio político.
En el caso de la denuncia, sigue “durmiendo el sueño de los justos”, en atención a negociaciones políticas, tendientes a sacar propuestas del Gobernador Kiko Vega, como lo fueron las iniciativas de la Ley del Servicio Civil y la Ley del Issstecali.
Por lo que respecta a la solicitud de juicio político, otra vez las negociaciones, la comisión jurisdiccional la desechó, pretextando deficiencias técnicas.
Sin embargo, a unas horas de que se cumpliera el año, posterior al fin de su gestión como alcalde, la dirigente del sindicato de burócratas, Victoria Betnley, presentó nueva solicitud de juicio político, la cuál ya fue considerada, como presentada en tiempo y forma. Pareciera inminente que al final, le fincarán responsabilidades.
Empero, con la experiencia relativa al manejo de la anterior solicitud, persiste la desconfianza, o casi certeza, de que al final, en pleno, los diputados de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso del Estado, aunque sea por mayoría de votos, mandarán el asunto al bote de la basura. Después de todo, tratos, son tratos,
Preocupados, por la casi inminente candidateada de Panchito, muchos priístas advirtieron que eso resultaría contraproducente. En especial, que postularlo, con pese a señalamientos y cuestionamientos, afectaría al resto de los candidatos priístas.
No obstante el malestar generalizado, la dirigente estatal del PRI, Nancy Sánchez, cuando le tocaban el tema, minimizaba la gravedad del asunto y decía que todo era cuestión de los rivales políticos. De panistas, perredistas y demás. Como que no se enteró nunca de los señalamientos, ni escuchó los reclamos.
Fue, más que manifiesto, que doña Nancy, padece serios problemas auditivos. Como muchos otros políticos, padece sordera crónica. Incluso, una severa miopía, pues no ve las fallas de Panchito. Su óptica, muy personal, ve a Pérez Tejada, casi como a Peña Nieto en su campaña por la Presidencia de la República. Algo así como un “príncipe azul”.
Si se atreviera a darle un beso, correría el riesgo de que “se rompiera el encanto”, y el supuesto “príncipe” se convirtiera en un sapo. O algo peor.
Total, esta semana, al viejo estilo del priísmo, fue depurada la larga lista de aspirantes a candidaturas para diputaciones federales y –adivinó- Panchito resultó uno de los afortunados. Pese a los negros augurios en su contra, el exalcalde mexicalense será candidateado, como si fuese “uno de los mejores hombres del PRI”.
Por cierto, patentizado el respaldo de los jerarcas priístas, para intentar alcanzar sus metas, de lograr el fuero, a través de una diputación federal, Panchito aprovecha cualquier evento, para muestrearse. Como si fuese el “rey feo” de un carnaval, o la “reina de la primavera”.
Se le vió sonriente, en la ceremonia de toma de protesta, de los presidentes de la Fundación Colosio. Para nadie pasó desapercibido, que la mayoría de los priístas, ahí presentes, se mantuvo a distancia. En las redes circuló un comentario, en el sentido de que lo identificaron como “La glorieta”, por aquello de que todos, lo miraban, y le daban la vuelta.
Hubo quienes comentaron, que el evento, fue un ejemplo claro de lo que tradicionalmente se ha dicho que es la política –el “arte” de tragar cochinada, sin hacer gestos- pues, hasta políticos reconocidos como excelentes personas, estaban ahí, soportando la presencia de individuos nefastos, cuestionados y repudiados, sin hacer gestos. Excelente muestra de lo que es ser político. ¿Y la dignidad?
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