Palco de Prensa
Viernes 5 Septiembre 2014
Por : Gilberto LAVENANT
Los negocios de lavado y planchado de ropa, ya no son tan comúnes. Son de gran utilidad, para los hombres solteros. En especial, para aquellos que en su trabajo les exigen andar casi de etiqueta o al menos bien planchados y que no tienen mujer, compañera o esposa que les apoye en esas tareas.
Aunque les parezca raro, las expresiones “lavar” y “planchar” también son bastante comúnes en la política.
Por principio de cuentas, al grito de “la ropa sucia se lava en casa”, los políticos no acostumbran ventilar en público, asuntos que les resultan bochornosos o controversiales, como los relativos a casos de corrupción, o cuando menos sobre malos manejos de recursos públicos.
De inmediato, los afines a los protagonistas de tales hechos, e incluso los contrarios o rivales, buscan la forma de discutir las cosas en privado, con la intención de negociar, a fin de que no trascienda nada a la opinión pública.
En algunos casos, los socios o cómplices de tales protagonistas, buscan “ropa sucia” de los contrarios, con la amenaza de exhibirlos, con la intención de facilitar las negociaciones.
A todo ese procedimiento se le llama “proceso de lavado”. Finalmente, establecen las bases de la negociación, cierran el pacto y dejan las cosas de tal manera pulidas o planchadas, que ya pueden manejarse públicamente.
Esto es lo que hacen constantemente en la legislatura estatal, al grado de que hay quienes la identifican como lavandería o planchaduría. Esto se pudo constatar con la sesión ordinaria de la Legislatura Estatal, que se llevó a cabo este jueves en el patio central del Palacio Municipal de Tijuana.
Nadie ventiló ropa sucia. Para nada. Incluso, cabe observar que aunque este tipo de reuniones son públicas, policías municipales bloquearon los accesos, para que nadie alterara la “intensa jornada de trabajo”.
Conforme al orden del día, fueron presentadas iniciativas para crear tres leyes. La de Fomento a la Vivienda, la de Box y la de Transporte Público.
Otra más, para reformar un artículo de la Ley de Educación, a fin de que las personas que imparten educación, no realicen prácticas nocivas, de carácter económicas administrativas, que perjudiquen al educando o al padre de familia.
Otra fue una propuesta de reformas a la Ley de Hacienda y a la de Fomento a la Competitividad y Desarrollo Económico, a fin de estimular a la planta productiva y de servicios, para que incorporen a jóvenes a la economía formal.
De los temas más interesantes, pero que llegó “perfectamente planchado”, fue el relativo al dictámen 57 de la Comisión de Fiscalización del Gasto Público, mediante el cual se aprobaron las Cuentas Públicas de Ingresos, Egresos y Patrimonio del Ayuntamiento de Tijuana, por el ejercicio fiscal del 1 de enero al 31 de diciembre del 2012.
La prueba de la “planchada”, fue el hecho de que en el orden del día no se indicó que se trataba de las cuentas públicas del XX Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por el empresario priísta Carlos Bustamante Anchondo.
Como tampoco se hizo la observación, que dichas cuentas públicas, ya habían sido aprobadas por la XX Legislatura Estatal, en sesión ordinaria del 7 de febrero de 2013, en base a un dictamen falso validado por los entonces integrantes de la Comisión de Fiscalización del Gasto Público.
El columnista hizo referencia a este asunto, aquí en Palco de Prensa, el viernes 9 de mayo del año en curso, bajo el título “El “copy paste” legislativo”.
Extraoficialmente, el columnista tuvo conocimiento, que los diputados de la XX Legislatura, utilizaron la famosa herramienta informática del “copy paste”, para falsificar un dictamen de la Comisión de Fiscalización del Gasto Público del Congreso, para aprobar la Cuenta Pública 2012, del XX Ayuntamiento, encabezado por el priísta Carlos Bustamante, insertando 31 observaciones del dictamen relativo a la Cuenta Pública 2011.
¿Quiénes fueron los legisladores, que integraban la Comisión de Fiscalización del Gasto Público, de la XX Legislatura Estatal, que utilizaron el falso dictamen para aprobar la Cuenta Pública 2012, del XX Ayuntamiento encabezado por Carlos Bustamante, copiando 31 observaciones de la Cuenta Pública 2011 ?
Nada más y menos que Juan Vargas Rodríguez, exalcalde de Tecate, con el carácter de Presidente de dicha comisión, Juan Montejano de la Torre, Secretario, Fausto Zárate Zepeda, Vocal, Nancy Sánchez Arredondo, Vocal y actual Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Claudia Josefina Agatón Muñiz, Vocal y actual Directora de Comunicación Social de la XXI Legislatura Estatal, María del Rosario Rodríguez Rubio, Vocal y actual Secretaria de Educación Pública Estatal, Máximo García López, Vocal, exsecretario particular del Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, María Elia Cabañas Aparicio, Vocal y actual Diputada Federal.
Es grave, que un simple ciudadano falsifique un documento público. Que lo hagan diputados locales, para aprobar cuentas públicas dudosas, es mucho más grave.
Los integrantes de la actual legislatura, están obligados a hacer un extrañamiento a los ahora exlegisladores falsificadores, cuando menos. Incluso, presentar una denuncia de hechos ante la Procuraduría de Justicia del Estado. Ayer, ni se acordaron de ellos.
No cabe duda, la “lavandería legislativa”, hizo su trabajo. Lavó el asunto, lo secó y lo planchó, para proceder avalarlo, como si nunca hubiese pasado nada.
¿Habrá alguien que crea le harán algo al exalcalde mexicalense, Panchito Pérez Tejada?
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