domingo, 7 de septiembre de 2014

COLUMNA DEL DANIEL AYALA MEJIA

POR: LIC. DANIEL AYALA MEJIA 
TIJUANA, B. C. (SBC).- Recuerdo cuando modificaron la Constitución Federal para facultar a los Estados de la República, investigar y terminar con el narcomenudeo en el país, o por lo menos, así nos dijeron que sería. "Con las reformas hechas al Código Penal estatal, se dota a las autoridades del Tribunal y Juzgados de competencia expresa en su legislación para sustanciar los procedimientos relacionados con delitos contra la salud, en su modalidad de narcomenudeo, y preservar así la legalidad de su actuación."
 Justificaban dicha descentralización de competencias, porque las policías locales -municipales y estatales-, conocían mas las comunidades, colonias, lugares donde se vende droga, "las famosas tienditas", y no "podían hacer nada" por ser competencia federal.
La población estaba contenta, pues ya no habría viciosos en las colonias robando cualquier cosa para poder comprar su dosis. Ya no les robarían su tanque de gas, ya no les quebrarían las ventanas de su carro para robarles algún objeto a la vista, ya no les robarían lo cables de electricidad de las colonias, en fin, ya no habría robos por culpa de la drogadicción que abundaba por todas las calles de la ciudad.
La gente podría caminar por sus comunidades sin miedo de ser robadas o asaltadas a cualquier hora del día, porque ya no habrían "tienditas" en la colonia, que atrajeran a tanto muchacho tijuanense enviciado por tanto veneno que circula por las calles, es más, ya no veríamos la triste escena de personas inyectándose heroína afuera de las oficinas del PRI, a todas horas del día, sin importarles si quiera que miles de personas los vean.
Sin embargo, las tienditas siguen donde mismo, sigue en aumento la drogadicción en nuestro estado, los robos están a la orden de día, cada día que pasa, hay nuevas tienditas y mucho más personas consumiendo algún tipo de droga. 
No vemos a corporación alguna combatiendo el narcomenudeo en las tienditas, sin embargo, se ve que llegan y luego se van. Pero la estadística gubernamental, nos refiere de que detienen y detienen a personas vendedoras de narcóticos, les toman fotos y los publican en los medios. Pero la verdad, y según nuestra experiencia como abogado penalista, lo que vemos es que la gente detenida e internada a la Penitenciaria, son farmacodependientes, y no narcomenudistas. 
Gran diferencia existe entre un farmacodependiente y un narcomenudista, pues el primero es un enfermo -reconocido así por la ONU y otras organizaciones internacionales-, y el segundo, pues el que vende droga de a poquito, en dosis, es decir, es el surtidor del farmacodependiente.
Cuando nos vendieron las reformas, nos dijeron que "...de igual manera, al considerar que la farmacodependencia no es un delito, se deberá informar al consumidor o farmacodependiente la ubicación de instituciones o centros para el tratamiento médico o de orientación para su prevención, el que será obligatorio al tercer reporte de la autoridad ministerial."
Parece ser, que la autoridad si sabe que el problema que enfrentamos con la farmacodependencia es un problema de salud y no de seguridad pública, pero no la vemos haciendo nada al respecto. Ni tampoco, vemos que hagan algo para combatir el narcomenudeo, desmantelando tienditas y deteniendo a los dueños del producto, lo sí que vemos es una farsa, un engaño, una nube que cubre y justifica sus millonarios presupuestos, deteniendo a farmacodependientes y venderlos a la sociedad como narcomenudistas.
Daniel Andrés Ayala Mejía
Es Director de Ayala Mejía y Cía. Abogados
Licenciado en Derecho, con Maestría en Administración Pública,
actualmente cursa Maestría en Ciencias Jurídicas Penales en INPOCIPE.

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