Palco de Prensa
Domingo 11 Mayo 2014
Por : Gilberto LAVENANT
Uno de los asuntos más controvertidos, polémicos, cuestionables y con fuerte olor de índole penal, heredado por el XX Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por el empresario priísta, Carlos Bustamante Anchondo, al XXI Ayuntamiento, que encabeza Jorge Astiazarán Orcí, es el de las luminarias de la ciudad.
El tema se manejó con demasiado hermetismo y se pudo conocer, porque Bustamante, tratando de eludir responsabilidades, el 30 de septiembre de 2013, o sea dos meses de concluir su gestión, por conducto del Director jurídico del gobierno municipal, Roberto Ordorica Ruiz, presentó demanda en contra de la empresa Industria Sola Básic, S.A. de C.V., por el cumplimiento forzoso del contrato de arrendamiento, relativo a 63,400 luminarias que integran el sistema de alumbrado público de la ciudad, aportando suficientes constancias que evidencian malos manejos en este asunto.
Cabe recordar, que conforme a un breve estudio, elaborado por el Regidor Luis Felipe Ledezma, economista, las 63,400 luminarias, en precio de mercado, tienen un costo de 29 millones 923 mil pesos. Bustamante las adquirió, en arrendamiento, por 26 meses, en un monto de 144 millones 430 mil 547 pesos, con 13 centavos.
De acuerdo a dichos montos, Bustamante pagó, con dinero público, 114 millones 507 mil 547 pesos con 10 centavos, más que el precio de costo, o sea casi 5 veces lo que cuestan en el mercado, y lo hizo en arrendamiento por 26 meses, no en compra. Por simple lógica, el monto de la renta, debió ser mucho menor que el precio de compra. Esta observación, hace pensar en negociaciones turbias, entre los involucrados, en perjuicio del patrimonio del gobierno de Tijuana.
Y en esto del pago, hubo una “pequeña” irregularidad. Tratando de evadir el pago del IVA al 16% y hacerlo a la tasa del 11%, que entonces estaba vigente en Baja California, el Ayuntamiento pagó los más de 141 millones de pesos, a una tercera empresa, ajena al contrato de arrendamiento. Absurdo, pero así ocurrió.
El contrato de arrendamiento, fue celebrado el 20 de septiembre de 2011, comprometiéndose, el XX Ayuntamiento, a pagar mensualmente “por el uso y goce temporal” de las luminarias, la cantidad de 3 millones 242 mil pesos. Sin embargo, casi tres meses después, cuando aún no habían instalado ni una sola luminaria, Bustamante, en un gesto de excesiva “generosidad”, pagó por adelantado, la cantidad de 141 millones 187 mil 578 pesos con 92 centavos, correspondiente a 25 de los 26 meses del arrendamiento. Cuestión esta que evidencia una presunta sucia negociación. Pagó 5 veces el valor de compra y lo cubre por adelantado. Qué chulada.
El contrato de arrendamiento, fue por un período de 26 meses. Concluía su vigencia el 30 de noviembre de 2013, precisamente el día en que terminaba la gestión de Bustamante. Habiendo pagado por adelantado, los primeros 25 meses de renta, solamente faltaba cubrir el último mes, o sea el de noviembre de 2013, por un monto de 3 millones 242 mil 938 pesos con 21 centavos.
Aunque nadie ha justificado, por qué pagar 5 veces el precio de costo, pero como simple renta, tampoco nadie ha explicado, por qué, en lugar de compra, se procedió al arrendamiento. La lógica indica, que lo hicieron para evadir la ley. De haber acudido a la figura de la compra, hubieran tenido que solicitar autorización de la Legislatura Estatal. Por eso el arrendamiento.
Lo que si se atreven a plantear los involucrados, es que la intención real era comprar las luminarias. Que por ello, en el contrato de arrendamiento, establecieron la siguiente cláusula : “TRIGESIMA.- Los contratantes convienen que “LAS LUMINARIAS” instaladas por “EL ARRENDADOR” podrán ser adquiridas en propiedad por “EL AYUNTAMIENTO”, durante la vigencia de este contrato, o bien al final del mismo, ya que con ello se logran los objetivos de ahorro de energía eléctrica que formó parte del objetivo del proyecto de modernización del alumbrado”.
Como se observó que no era suficiente, el plantear la posibilidad de adquisición, como un acto futuro, el 29 de noviembre de 2011, se suscribe una adenda, para convenir el pago anticipado de las rentas y además para precisar lo siguiente : “QUINTA.- Se pacta que la cláusula trigésima del contrato, se modifique para establecer que “LAS LUMINARIAS” materia del mismo, pasarán a ser propiedad del Ayuntamiento, una vez cumplidas las obligaciones de pago referidas en el contrato”.
Según los involucrados, la posibilidad de adquisición en propiedad, quedó en suspenso, debido a que el Ayuntamiento no cubrió el último mes de arrendamiento, y no fue pagado, pues una enorme cantidad de luminarias, se apagaron casi al momento de ser instaladas. En la demanda del 20 de septiembre, el representante legal del Ayuntamiento señala que empleados municipales repararon 18 mil 632 luminarias.
El Alcalde Astiazarán, seguramente por recomendación de sus asesores jurídicos, convino con la empresa arrendadora de las luminarias, que instale las que le faltan y repare las que no prenden. Esto, supuestamente, para que se haga efectiva la posible adquisición de propiedad. Claro, para ello tendrá que pagar el Ayuntamiento, el último mes que falta, o sea 3 millones 242 mil pesos. Y como los cuentos de hadas, colorín, colorado, este ha acabado.
Pero no es tan sencillo, como parece. El contrato de arrendamiento, derivó de una licitación pública federal y por lo tanto, tratar de cambiar su naturaleza, y convertirlo finalmente en una compra-venta, es un clarísimo fraude a la ley.
Lo peor, es que la decisión tomada, no solamente pretende convalidar las irregularidades de Bustamante, sino que se incurre en lo mismo, aunque piensan que la responsabilidad es menor, pues solamente pagarán el último mes de renta. La obligación de Astiazarán, es denunciar los hechos presuntamente ilícitos. Convalidarlos, implica complicidad. Las negociaciones de Astiazarán y Bustamante, son evidentes.
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