Tijuana.- El desabasto de medicinas y la falta de ética profesional del personal de enfermería atenta contra la vida de cientos de derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores de Estado de Baja California, Issstecali, denunciaron varios pacientes de esta institución descentralizada del Gobierno del Estado. La carencia de medicamento que muchas veces se vuelve indispensable para mantener con vida a los pacientes, se recrudece por el hecho de que son precisamente los fármacos más caros los que los afectados deben cubrir a su costa en las farmacias particulares. Estos químicos alcanzan precios de hasta 28 mil pesos por tratarse de artículos indispensables luego de una cirugía mayor.
Contrario a la respuesta de los encargados de surtir las recetas, los afectados, todos empleados al servicio de los gobiernos estatal o municipal aportan religiosamente sus aportaciones para seguridad social, monto que es descontado sin que puedan negarse de su percepción catorcenal, dinero que se les deduce utilicen o no el servicio médico.
Aunado a esta que muchos consideran como una práctica asesina, existen casos como el de la señora Esperanza Galván, La Perita, que falleció víctima de la negligencia del personal de enfermería que descuidó sus obligaciones y la dejaron sin su respirador auxiliar por varias horas lo que resultó fatal para la paciente.
Pese a las denuncias por el desabasto de medicina, los derechohabientes se quejan de la poca atención que el caso a recibido de parte del secretario general en Tijuana del Sindicato de Burócratas quien ha destinado su tiempo y esfuerzo a salvar su imagen personal que a velar por los intereses de sus agremiados.
“Si no se pueden poner de acuerdo entre ellos, ¿cómo nos van a hacer caso a nosotros?”, es la denuncia generalizada de los trabajadores al servicio de los Poderes del estado, que se quejan también de una nula respuesta por parte de las autoridades, principalmente porque además de un atentado a la salud, el desabasto de medicamentos lesiona y gravemente su economía familiar.
“Necesitamos que más personas sigan falleciendo para que alguien le ponga fin a esta situación”, asegura otro de los afectados por el desabasto de medicamentos en tanto que familiares y amigos de Esperanza Galván le exigen al gobernador justicia, pero en uno y otro casos la autoridad hace caso omiso de los reclamos.
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