AGENDA 21 De San Quintín a Mexicali

       De San Quintín a Mexicali

     Por Rogelio Lavenant Sifuentes

No es…

Ningún título de cuento.

Tampoco…

Lo es de una película o libro por publicitar.

Pero si…

De un asunto que amerita una acuciosa revisión en el entramado de intereses que envuelve el conflicto hasta ahora laboral del valle de San Quintín, elevado ya a trend político y, sin exagerar, electoral en la víspera del proceso que arranca formalmente el 5 de abril que inicia, en Baja California, como en otras entidades de la República Mexicana.

Lo digo…

En razón de recientes declaraciones del senador panista y ex gobernador Ernesto Ruffo Appel, en lo que pareciera una “ayudadita” a su correligionario y actual mandatario estatal Kiko “Ojitos Claros” Vega.

Resulta que…

En un “tour de medios”, como se dice en materia mediática, quien fuera el primer mandatario panista en Baja California como fruto de las elecciones de 1989, se soltó el pelo cuando habló para radios y medios impresos, sobre el controversial movimiento huelguístico de cientos o miles de jornaleros agrícolas que, luego de bloquear la carretera Transpeninsular y vandalizar oficinas y comercios en esa zona agrícola del municipio de Ensenada, el más grande del mundo, marcharon desde San Quintín hasta Mexicali, pasando obviamente por Playas de Rosarito, Tijuana y Tecate, haciendo saber el motivo de sus reclamos.

Ya sabemos…

Que el conflicto parece haber entrado a una ruta de solución, aunque persiste la sospecha de la intromisión de actores políticos foráneos como Gerardo Fernández Noroña, activista reconocido del Partido del Trabajo, al que el ex alcalde ensenadense César Mancillas Amador, también panista como el gobernador Kiko Vega, apuntan como que “parece estar detrás de los disturbios que han ocasionado daños y agitación social en el Valle de San Quintín, como operador intelectual, auxiliado por algunos líderes que “coquetean” con el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA)”.

Eso lo dijo…

En otro momento y contexto el propio gobernador Kiko Vega, como tratando de descalificar la legitimidad de las demandas de los jornaleros y acabando por decir que el gobierno estatal a su cargo “ya hizo lo que tenía que hacer” y que, en todo caso, el resto lo tendrá que hacer la Presidencia de la República, por medio de la Secretaría de Gobernación.

Lo que no dijo…

Es lo que ahora, Ernesto Ruffo Appel está puntualizando.

Culpando…

Del conflicto y sus violentas manifestaciones a “empresarios agrícolas” que estarían bajo la sospecha de estar “lavando dinero”.

O sea que…

¡Alóoooo…!

Señor Vega…

Allí tiene algo más de qué preocuparse y que usted no ha dicho.

Ruffo si…

Aunque sin dar nombres, externó: “…Hay agricultores que no les ha importado el negocio en sí, andan haciendo transacciones de dinero para lavarlo…”, y asegura que hay por lo menos unas veinte empresas que, en el Valle de San Quintín, caen en esa categoría ruffista que pone en evidencia que las autoridades de los tres niveles, en materia de seguridad, se están haciendo de la “vista gorda” (y, ¿las cuentas bancarias también?).

Y, remata…

“…Identificarlas es el trabajo que debiera estar haciendo el gobierno federal, del estado (Baja California) y municipal (Ensenada)…".

Ilustra Ruffo…

Su señalamiento con un: “…Si a ti te cuesta a 100 y vendes a 80... ¿de dónde viene?, no sé, pero venden las peras de a peso a 50 centavos, no veo cómo está la cosa…".

Y abunda…

En el tópico cuando dice: “…hay 320 compañías entre Ensenada y Comondú en Baja California Sur, y hay unas 20 que no han cumplido con los requerimientos, ni las autoridades las habían inspeccionado, por tanto pareciera que el asunto fiscal está suelto…”.

Total…

Que, como vemos a distancia pero basados en lo que dicen quienes, como el senador panista y expresidente municipal de Ensenada, aportan otros ingredientes en el tema, nos llevan a pensar que el gobernador Kiko Vega no ha hecho “lo que le corresponde” en una región que es publicitada como un edén y resulta que se acerca más a un infiernito en llamas.

P.D. – Que si es un movimiento para desestabilizar al gobierno estatal de Baja California, que si los jornaleros son los mejores pagados en México, que si hay narcoagricultores, que si Kiko protege a sus amigos empresarios ricos, con apellidos Rodríguez y Valladolid… ¡Uff…!