COLUMNA DE ROGELIO LAVENANT SIFUENTES

 ENTRE EL ABIGEATO Y DOÑA (IN)JUSTICIA

Por Rogelio Lavenant Sifuentes

No se trata del título de ningún cuento o leyenda.

Es mucho más real y dramático.

Un monumento a la (in)justicia y la soberana expeditez del que la revisten quienes, desde el escritorio, se ajustan al “librito”.

Es el caso de la indígena kumiai, Aurora Meza, de 53 años, residente de una de las rancherías del municipio Tecate, desde donde fue sacada atropelladamente días antes del “Día de los Santos Inocentes!.

Y eso hace que su asunto parezca una “inocentada”. Pero no, no lo es, para desgracia de la nativa.

Ella fue apresada por elementos policíacos, como resultado de una denuncia en su contra, por dizque haber cometido el delito de abigeato. Es decir, que presuntamente se adueñó de varios caballos que no eran de su propiedad, aunque ella y sus familiares alegaron en principio lo contrario, que los semovientes sí son de Aurora, que curiosamente días antes de la Nochebuena desaparecieron los animales y que en forma natural, simplemente regresaron a su corral cuando pudieron y reconocieron el camino.

Esa es una primera versión que sus defensores correligionarios de la comunidad kumiai, dieron a conocer a medios locales en Tecate. De nada sirvió, porque la Subprocuraduría de la PGJE, a cargo del licenciado Gerardo Manuel Sosa Olachea, cursó la querella y la consignó al juez penal de esa jurisdicción, en la que hacen constar declaraciones por la indiciada en la que narra hechos que hacen presumir de su culpabilidad, aunque hay circunstancias que podrían ser atenuantes si tienen  y hacen valer testimoniales.

Ahondemos en este tema y, para hacerlo, tomo del muro de IguanaAzul, parte del texto del reportaje que sobre este asunto elaboró el periodista Javier Cruz Aguirre y publicó en La Jornada-Sección Baja California, en su edición del pasado 13 de enero de este año:

“… Aurora Meza, indígena kumiai de 53 años, traductora de cuentos para la Universidad de California-San Diego, está presa desde el pasado 25 de diciembre en la penitenciaría de La Mesa, acusada de abigeato. Madre de cinco hijos, y sobreviviente gracias a las verduras y el frijol que cultiva, así como de la traducción de cuentos kumiais, dice tener testigos de que la acusación es falsa…”.

En otra parte del mismo cuerpo de la nota, detalla:

Entrevistada en el penal dijo: “Son cinco caballos que tenían años metiéndose en mi propiedad, destruían mis hortalizas, mi cultivo de frijol, las llaves y las tuberías de mi rancho, además de contaminar con excremento y orina el agua potable que utilizamos en el rancho para beber, lavar y regar nuestras plantas y árboles frutales”. Explicó que siempre buscó al dueño de esos y otros caballos que provocan destrozos en su propiedad y nunca los encontró.

“No recuerdo si fue en junio o julio de 2013 en que estos caballos entraron una vez más en mi propiedad y destruyeron la tubería y mis hortalizas. Entonces cerré la puerta del rancho y por dos o tres días pregunté a la gente de quién eran los animales para que me pagaran los daños. Como nadie se hacía responsable, entonces fui a la delegación municipal del Valle de las Palmas (Tecate) y ahí un señor de nombre Artemio Valencia se interesó y se los vendí en dos mil 500 pesos cada uno, dinero con que yo podía pagar los daños”, aseguró.

Al día siguiente se presentaron en “Encino Solo” el comprador de los caballos y un inspector de Fomento Agropecuario la instruyó en el sentido de que ella no podía vender esos animales porque no eran de su propiedad. Frente al funcionario estatal devolvió el dinero a Valencia y ahora, por disposición del inspector, los equinos quedaron bajo su resguardo y con la promesa de que buscarían al dueño.

“A los pocos días me buscaron de Fomento para que me presentara en las oficinas de Mexicali porque ya habían encontrado al dueño. Fui y ahí hablé con quien dijo ser el hijo del licenciado Martínez, a quien jamás había visto y nadie en la comunidad de Nejí lo conoce porque no vive ahí. Este señor me dice que su padre estaba muy molesto y que iba a arreglar esto. Yo le dije a la gente de Fomento (Agropecuario) que los caballos estaban en mi rancho y que el dueño podía pasar por ellos en cualquier momento. Fue entonces que llegó el licenciado Martínez y me dijo de cosas y que me iba a demandar”.

Lo que siguió fue una cita para que acudiera a declarar en la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común en Tecate. Días después fue detenida acusada de robo de ganado.

“Me fui a Tijuana a recibir un curso del CDI (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas) cuando uno de mis hijos me dijo que el licenciado Martínez, acompañado de otras personas en varios vehículos, se había presentado en mi rancho y que sin decir nada se llevó no solo los cinco caballos del problema, sino otros 40 ó 50 animales que pertenecen a la comunidad de Nejí”.

Sin embargo, el 20 de diciembre de 2014 policías estatales de Tecate la localizaron en el rancho que una de sus hijas tiene en Valle de Las Palmas, lugar en donde se encontraba de visita.

Sin mostrar ninguna orden de presentación o aprehensión, los agentes la llevaron directo a los separos de la Policía Ministerial en Tecate, dos días después y sin rendir ninguna declaración, fue turnada al Juzgado Penal de Tecate en donde le dictaron auto de formal prisión. El 24 de diciembre, luego de tener una crisis de salud por deshidratación y falta de insulina –padece diabetes-, fue trasladada a la penitenciaría estatal de La Mesa, en la ciudad de Tijuana…”.

Hasta aquí lo que dice la nota periodística.

Transcurridos los términos, el colega Eliud Ávalos Matías, reportero de El Sol de Tijuana, nos comparte una noticia buena y una no tanto:

“… Anticipa la abogada, Marisol Pérez Prado, defensora de la inculpada, que “aun cuando la sentencia en contra de la indígena Aurora Meza, será absolutoria, es muy probable que permanezca al menos tres meses más en prisión, debido a que el demandante Rubén Martínez, se inconformará con la sentencia…”.

Como ven, Poderoso Don Dinero es el amante de Doña Justicia Pronta y Expedita.

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Correo: rogelio.lavenant@gmail.com