Palco de Prensa
Martes 25 Marzo 2014
Por : Gilberto LAVENANT
En lugar de cumplir cabalmente, con sus respectivas funciones, los políticos bajacalifornianos, preocupados por el desinterés ciudadano por la política, y en especial el alto abstencionismo que se registra en cada proceso electoral, suponen, ingenuamente, que el regalar despensas o cobijas, bastará para ganarse el aprecio de los ciudadanos y les garantizará la posibilidad de pasar a la historia, como sensibles y populares. Además, piensan que eso les redundará en altos niveles de popularidad, para futuros comicios.
El que establezcan nuevas fuentes de empleo, que les garanticen salarios decorosos y prestaciones básicas. El crear guarderías para que las madres solteras puedan dejar en lugares seguros a sus menores hijos. Unidades médicas, en donde puedan curar sus males o cuidar su salud.

Observa, que cada uno de los 25 diputados, integrantes de la Legislatura Estatal, mensualmente reciben 260 mil pesos, por ese concepto. Esto, al margen de otros recursos que reciben, por presidir una comisión, por operar una oficina en su distrito, además de su sueldo.
Si, como lo propone Gastón, se les eliminara a los legisladores el rubro de “gasto social”, ¿con qué pretexto, podrían aparecer en los medios?
Es mucho lo que tienen por hacer, los legisladores. Muchas de las leyes que rigen la vida de los bajacalifornianos, son obsoletas, anacrónicas e injustas. Las entidades de gobierno, suelen hacer mal uso de los recursos a su disposición. Y, algo que reclaman los bajacalifornianos, es que alguien los apoye en los trámites o gestiones que requieren realizar, para que atiendan sus necesidades de servicios públicos.
¿Por qué entonces, dedican tanta atención a la política cobijera? Porque erróneamente piensan que les produce más votos, que el cumplir con sus funciones básicas y primordiales. Porque disponen de recursos que manejan con libertad y que les permiten costear sus diversos compromisos políticos y sociales.
Gastón señala, que en el portal del Congreso del Estado, no aparecen informes relativos a estos gastos, ni tampoco nada relacionado con el presupuesto del poder legislativo y los dineros utilizados. Recordó, la sentencia popular : “en casa de herrero, azadón de palo”. Dicho en otras palabras, siendo fiscalizadores de los demás, ellos son opacos.
Dice también, que los legisladores tienen la gran oportunidad de demostrar tino político y eliminar esas partidas, que no son propias de un legislador, que adolecen de transparencia y que se prestan para uso personal o indebido.
Luken Garza indica que el Congreso de Baja California, es uno de los más caros del país y que está en manos de los propios legisladores, cambiar esto. Aunque advierte que para ello requieren la ayuda de todos los bajacalifornianos, pues si se les deja solos, “será más difícil que hagan, lo que tienen qué hacer”.
Es más, hizo un llamado a los ciudadanos, para darles una mano a los legisladores, para que eliminen dicho rubro, y para darle las dos, en forma de aplausos, si lo logran. Aunque el legislativo, no solamente es costoso, sino además improductivo. Se la pasan haciendo exhortos, dirigidos a las diversas instituciones de gobierno, para que hagan, lo que ellos creen que no están haciendo. Pero no reconocen que ellos deben ponerse a legislar y hacer a un lado la política cobijera.
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