Palco de Prensa
Lunes 6 Abril 2015
Por : Gilberto LAVENANT
Este domingo, 5 de Abril, inició el período de 60 días, durante el cual los candidatos a diputados federales, de los diversos partidos políticos, desarrollarán sus respectivas campañas.
La verdad, aunque son muchos, las labores del primer día, prácticamente pasaron desapercibidas. Nadie supo, con anticipación, quizás ni ellos mismos, qué harían.
A la mayoría, casi nadie los conoce. Menos aún se sabe, quienes con sus principales auxiliares. Quienes sus coordinadores de campaña, o los enlaces con los medios de difusión.
Al iniciar en día domingo, probablemente hubo quienes los confundieron con promotores religiosos.
Y no hay duda, que aquellos que alcanzaron a identificarse como candidatos a diputados federales, sufrieron el rechazo de ciudadanos, que ya no quieren saber nada de los políticos. Menos de aquellos, cuyas promesas no son tangibles.
Los actuales diputados federales, hicieron lo mismo, y una vez electos, no regresaron. Nadie puede garantizar que quienes triunfen en estos comicios intermedios, serán diferentes.
Para su desgracia, deben saber que la mayoría de las personas, no abren la puerta, cuando a la misma toca algún desconocido. Por mera seguridad personal. El alto grado de inseguridad pública, es fuerte argumento para aparentar que no hay nadie en casa.
Algunos de los candidatos, aprovecharon las redes sociales, para hacer constar que iniciaron sus respectivas campañas. Las limitantes para acceder a los medios, tanto impresos como electrónicos, serán un freno serio para proyectar las labores de proselitismo.
En tales condiciones, dos son los principales recursos de que dispondrán los partidos políticos y sus candidatos, para tratar de sacar ventaja en este proceso electoral.
Uno, el más usual, el recurrir a las llamadas campañas negras. Ventilar aspectos negativos de determinado candidato o partido político rival. La mayoría de los políticos tienen “cola” que les pisen. El problema es que al utilizar esto en exceso, fastidian a los electores, al grado de que se genera un rechazo, no solo para el ventilado, sino incluso para el que hace uso de dicho recurso.
El otro recurso, aparentemente más contundente, es el de las acusaciones y denuncias respecto a actos ilegales. Que al final de cuentas, por graves o delicadas que patrezcan, son meros petardos, que hacen mucho ruido, pero no causan ningún daño. Como en las fiestas de pueblo.
Prueba de ello, es la denuncia que los priístas hicieron en el 2013, durante la contienda por la gubernatura estatal, en el sentido de que el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, desvió recursos públicos por más de mil 300 millones de pesos, para apoyar la campaña del entonces candidato panista, Francisco Vega de la Madrid.
El diputado Gregorio Carranza, Presidente de la legislatura estatal, acudió a la capital del país, a presentar la denuncia corresponmdiente, directamente ante la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales, mejor conocida como Fepade.
Esto, en base a un punto de acuerdo del Congreso del Estado, cuyas mayorías parlamentarias decidieron denunciar el llamado Plan “Baja Azul”, organizado por Osuna Millán, para que ganara Kico la gubernatura y derrotar al aspirante priísta, Fernando Castro Trenti.
Cabe recordar que hasta presentaron el organigrama, en el que estaba contemplada la participación de todos los funcionarios estatales, comprometidos a contactar a unos 400 mil electores.
Parecía que las cosas iban en serio. Que el candidato panista, iba a ser descalificado y sacado de la contienda.
Al final de cuentas, no ocurrió nada. Pasados los comicios, los priístas olvidaron el tema. Incluso, se pusieron a disposición del nuevo gobernador panista y negociaron con él, todo lo que les fue posible y redituable. Todo indicó que la denuncia fue un mero blofe o petardo político. Como los cohetones de las fiestas del pueblo, que hacen mucho ruido, pero nada más.
No obstante la experiencia lograda, la dirigente estatal del PRI, doña Nancy Sánchez Arredondo, apenas en el orimer día de campaña, este domingo, empezó las labores de proselitismo priísta, lanzando una amenaza contra del diputado federal panista, Juan Manuel Gastélum Buenrostro.
Dijo, en formas tronante, que denunciará penalmente al legislador federal, por realizar actos anticipados de campaña, al participar en un evento realizado por la Cespt, encabezado por el propio Gobernador Kico Vega.
Cuentan, que Gastélum Buenrostro, al saber esto, fue llevado de emergencia a un hospital, pues le dió un ataque de risa, que parecía ser mortal. Que incluso, aún no le han podido borrar una risa burlona que refleja en el rostro.
No entienden, que es “peligrosísimo” el uso de petardos políticos. Pueden “matar de risa” a cualquiera.
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