lunes, 7 de julio de 2014

Las precisiones. Por : Gilberto LAVENANT

Palco de Prensa
JULIO 2014     
                                                                
Las precisiones
             
                                                                  
Por : Gilberto LAVENANT

Ayer, sábado 28 de junio, el Cabildo del XXI Ayuntamiento de Tijuana, aprobó, con 15 votos a favor, dos en contra y una abstención, el que el gobierno municipal proceda a reestructurar el adeudo con Banobras, cuyo saldo actual es de 1 mil 787 millones 263 mil pesos, ampliando su fecha límite de pago, 10 años más. Originalmente se pactó el pago al 21 de julio de 2031.

Las cuestiones financieras, no son tan fácil de explicar y mucho menos de entender. Por ello es importante precisar, que el gobierno de Tijuana, arrastra deudas por un monto de 2 mil 593 millones, sin considerar intereses, al mes de Mayo del 2014, y a pagar a julio del 2031.

Este monto, lo apuntaba ayer el columnista, está integrado por dos deudas a largo plazo. Una por 1 mil 788 millones 987 mil pesos, con Banobras, con vencimiento al 21 de julio de 2031. La otra, por 725 millones de pesos, con Banorte, a pagar  a más tardar el 1 de junio de 2031. Más una a corto plazo, por 100 millones de pesos, con Bancomer, a pagar al 21 de octubre de 2014.

La reestructura aprobada ayer, fue respecto de la deuda que se tiene con Banobras, por un monto de 1 mil 788 millones 987 mil pesos. No se trata de aumentar dicha cifra, sino de agregar 10 años a la fecha límite de pago, o sea a julio de 2041, bajo la condición de reducir la tasa de interés, que permitirá disminuir la carga financiera, en este caso, por 320 millones de pesos. Bueno, esa es la versión oficial. Es cuestión de que expertos en financiamientos, verifiquen los términos en que se pacte la renegociación, para que indiquen si es cierto o falso.

La reducción de la carga crediticia, bajo esa fórmula financiera, permitirá que el gobierno de Tijuana, adquiera una nueva deuda, presuntamente con el Banco Mundial, hasta por 320 millones de pesos –o sea un monto igual a lo supuestamente ahorrado con la reestructura- que el Ayuntamiento aportará para realizar el proyecto de la Ruta Troncal, agregados a otros 143 millones de pesos, ya considerados en el Presupuesto de Egresos del municipio.

Dicho en otras palabras, de los tres adeudos que tiene el gobierno municipal de Tijuana, dos a largo plazo y uno a corto plazo, la autorización de reestructuración, aprobada ayer por Cabildo, es solamente respecto la deuda de largo plazo que se tiene con Banobras, cuyo saldo, a mayo de 2014, es de 1 mil 788 millones 987 mil pesos.

La reestructura planteada y aprobada, según la versión oficial, no implicará aumentar el adeudo que se tiene con Banobras, sino por el contrario, debido a la disminución de la tasa de interés, se reducirá en 320 millones de pesos.

La estrategia consiste, en aprovechar esa disminución de la carga crediticia, para contraer un nuevo adeudo, por ese mismo monto, o sea de 320 millones de pesos, para cumplir el compromiso que el gobierno municipal tiene, de aportar para la realización del proyecto de la Ruta Troncal, que tendrá un costo de poco más de 1 mil millones de pesos.

Lo apuntaba ayer el columnista. El dilema entre aprobar o no la reestructura, es de que al rechazarla, el proyecto de la Ruta Troncal tendría que echarse al bote de la basura y posponerlo de manera indefinida, negando una posible solución o alivio al caos del transporte público urbano de Tijuana.

El gobierno de Tijuana, no tiene dinero. Eso lo saben la mayoría de los tijuanenses. Por lo tanto, sería imposible que por sí mismo, realizara la llamada Ruta Troncal. Por lo tanto, o aporta lo estipulado, o se desvanece la posibilidad de mejorar el sistema de transporte municipal.

Aunque bajo la denominación de “Ruta Troncal”, en administraciones anteriores han manejado proyectos que por el rubro podrían considerarse similares, en este caso, no se trata de un proyecto elaborado por el gobierno local, sino uno de carácter institucional, denominado “Proyecto de Transformación del Transporte Urbano (PTTU) en México”, en el que participan el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), así como el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).

Por eso, el costo de la Ruta Troncal, que será de 1 mil 10 millones 500 mil pesos, el gobierno de Tijuana aportará los 320 millones que obtendrá del nuevo adeudo, sumados a 143 millones de pesos ya considerados en el presupuesto de egresos 2014, más 100 millones de pesos que aportará en obra pública la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, con la construcción de uno de los ocho puentes de que constará la obra, y 447 millones 500 mil pesos, que aportará, a fondo perdido, el Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN).

La diferencia, entre esta reestructura financiera aprobada ayer por el  Cabildo de Tijuana, es que no se pagará ni un solo centavo por asesoría y gestoría de la misma. El XX Ayuntamiento, encabezado por el priísta Carlos Bustamante, pagó 85 millones de pesos por tales conceptos. Por eso la desconfianza cuando se habla de temas como este.

Vale la pena precisarlo. La administración de Bustamante, al reestructurar los adeudos del gobierno municipal, contrató los servicios de supuestos expertos en la materia, de tal forma que pagó 23 millones 37 mil 600 pesos a Protego, de Pedro Aspe, por concepto de “Honorarios por comisión de éxito”, más otros 546 mil 566 pesos, a la misma empresa, por “asesoría financiera y reembolso de gastos”, así como 2 millones 249 mil 760 pesos a Gaxiola Calvo Sobrinos y Asociados, por concepto de “honorarios legales”. Adicionalmente otros 59 millones, 330 mil 113 pesos, por “pagos por rompimiento”.  

La diferencia entre ambas reestructuras financieras, es un costo sumamente elevado. Podría cuestionarse : ¿Qué es lo que cuesta, la ignorancia o la codicia ?

¿Ahora qué sigue ? Aprobada la reestructura, llevarla a cabo en los términos aprobados, contratar la nueva deuda con el Banco Mundial y aportar los recursos para la realización de la Ruta Troncal. Lo más importante : vigilar que no haya negociaciones oscuras, ni pillerías, en el manejo de los recursos para la realización de las obras de la Ruta Troncal. Cuidado, los “zopilotes”, ya revolotean en Tijuana. Eso sí que preocupa.

                                                                                                    

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