jueves, 26 de junio de 2014

Las aclaraciones. Por : Gilberto LAVENANT

Palco de Prensa
Jueves 26 Junio 2014     
                                                             
   Las aclaraciones.      
         
                                                     
    Por : Gilberto LAVENANT

El exdirigente estatal de la CNOP, Enrique Acosta Fregoso, se dolió, porque el columnista autor de Palco de Prensa, haya recordado aquella conversación telefónica, interceptada y grabada, supuestamente por funcionarios del gobierno estatal, encabezado por José Guadalupe Osuna Millán, en la que charla coloquialmente con el entonces diputado local, Eli Topete Robles, en relación con el oscuro negocio de la importación de autos usados.

Esto, a propósito de una nota informativa, que el pasado lunes 16 de junio del año en curso, apareció en el portal de la revista Proceso, en la que se daba a conocer que el Consejo de la Judicatura Federal, había suspendido a un Juez Federal y a un Secretario de Acuerdos, de un tribunal de amparo, radicado en Mexicali, para investigarlos, como posibles protectores del negocio de importación de autos usados.

Lo de la charla telefónica,  como lo apuntó el columnista, ocurrió el 5 de junio de 2012. Hace ya 2 años. La polémica y el escándalo político, suscitado, fue, no por la evidente labor de espionaje, sino por los términos de la misma. Se evidenciaba un claro tráfico de influencias para lograr que los jueces federales obsequiaran los amparos que permitían la importación de autos usados. En especial, la supuesta participación del entonces Senador Fernando Castro Trenti.

Acosta Fregoso, se atrevió a dirigirle una carta al columnista, dizque para hacer aclaraciones sobre lo planteado por el columnista, el martes de esta semana, bajo el título de “Los negocios oscuros”. En síntesis, aparentando ser una “blanca palomita”, pretende deslindarse del asunto de los amparos para la importación de autos usados.

Debe saber que, aunque él aparente inocencia, cuando se toca el tema de los citados amparos, en pláticas informales, el primer nombre que surge es el del exdirigente estatal cenopista. Cierto o falso que está involucrado en esto, la verdad puede salir a la luz pública, en cuanto concluya la investigación que el Consejo de la Judicatura Federal realiza actualmente en los tribunales federales, en Mexicali.

El columnista, no acusa de nada a Acosta Fregoso. Simplemente relacionó dos hechos, presuntamente estrechamente ligados. La charla del cenopista y el diputado local, y la investigación respecto a presuntas irregularidades en el asunto de los amparos relativos a la importación de autos usados.

Las culpas que carga, el aludido, son producto de sus propios actos y de su frívola conducta. Si al final resulta involucrado en hechos que lo incriminen, pues tendrá que aclararlo y decir sus verdades ante las autoridades competentes. Las defensas mediáticas, no sirven para eludir responsabilidades.

Tal vez le interese saber, que lo publicado por el columnista, el pasado martes, ya es del conocimiento de la Embajada de México en Argentina, lo mismo que su carta aclaratoria. El mensaje surgido desde la sede diplomática, indica que el embajador mexicano en aquel país, se deslinda por completo de quien durante tantos años vivió bajo su sombra.

Protegiéndose en las relaciones y nombre de Fernando Castro Trenti, Acosta Fregoso hizo y deshizo. Podría decirse que siempre salió bien librado, porque muchos creyeron –sin atreverse a indagar o aclarar- que el exdirigente cenopista, era amigo, socio y protegido del excandidato a gobernador.

Puede decirse, aunque no haya una declaración oficial al respecto, que las “malas compañías” del exSenador y excandidato a la gubernatura estatal, como la de Acosta Fregoso, fue una de las principales causas de la derrota electoral de Castro Trenti.

Muchos otros, al igual que el excenopista, adoptaron la misma postura. Presumían contar con la capa protectora del entonces candidato priísta, pero al final de cuentas, en lugar de ayudarlo en su campaña, le hicieron un enorme daño.

Castro Trenti entendió esto, aunque un poco tarde. Para su fortuna, la comisión presidencial que le envió a la representación diplomática, le ha permitido hacer una evaluación minuciosa de todos sus “amigos”. Los identifica perfectamente. Los ubica con toda claridad.

Lo que también le ha quedado claro, es que no tiene compromiso alguno, con el “ejército de colaboradores” que ya festejaban prematuramente, su posible arribo a la gubernatura estatal. Se imaginaban haciendo todo tipo de negocios, a la sombra el poder ejecutivo estatal.

Lamentablemente, para ellos, la derrota electoral mostró la cruda realidad a Castro Trenti. Ahora identifica perfectamente a los traidores, a los falsos, a los simuladores, a los ladinos. A aquellos que restaron, en lugar de sumar a su campaña.

Después de todo, el ahora funcionario diplomático, no perdió todo y quizás ganó mucho. Logró identificar y sacudirse el lastre. Ahora, aunque se autodenominen castrotrentistas, ya no tendrán quien los proteja y ayude a resolver sus problemas. Cada quien –ese es el mensaje- tendrá que rascarse con sus propias uñas.

En la cárcel, como en la enfermedad, dice la conseja popular, se conoce a los amigos. Pero también a los enemigos, a los traidores, a los simuladores, a los zánganos.

Son contados, con los dedos, aquellos que están cerca y cuentan con la amistad del ahora Embajador de México en Francia. La información recibida por el columnista, indica claramente que en la reducida lista, no aparece el nombre de un tal Enrique Acosta Fregoso.

Para quienes supusieron que la Embajada Mexicana en Argentina, sería algo parecido al exilio, para Castro Trenti, deben saber que es todo lo contrario. La representación diplomática, es como si estuviese cursando un Doctorado en Macroeconomía y en Política Internacional. Para lo que se pueda ofrecer en lo futuro.

Mientras tanto, que se preocupen los supuestos amigos. A ver si pueden subsistir. Te lo digo a ti, Enrique, para que lo entienda Juan, María y otros tantos.   
                                                                                                     gil_lavenants@hotmail.com

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