Por: Gilberto LAVENANT
Este domingo, el PRI registró, en su proceso interno, a sus precandidatos a alcaldes de los cinco ayuntamientos de Baja California, que lo representarán en los comicios de junio próximo.
Después de múltiples rumores y especulaciones, los titubeos provocados por los lineamientos del Instituto Nacional Electoral, respecto a la equidad de género, el Parrido Revolucionario Institucional decide participar con 3 hombres y 2 mujeres.
Las mujeres, Laura Torres, para Playas de Rosarito y Nereida Fuentes, para Tecate.
Los hombres, René Adrián Mendívil Acosta, para Tijuana, Marco Antonio Novelo, para Ensenada y el periodista Antonio Magaña, para Mexicali.
Baja California, será una de las 13 entidades en las que habrá elecciones en este 2016. De estas, solamente aquí no habrá elecciones para Gobernador.
En total, a nivel nacional, estarán en juego 12 gubernaturas, 965 ayutamientos, 239 diputaciones de mayoría relativa y 149 de representación proporcional.
En esta entidad, la competencia electoral será por 5 alcaldías y 17 diputaciones de mayoría relativa y 8 de representación proporcional.
El listado nominal electoral, asciende a 2 millones 554 mil 518 electores, de los cuales 1 millón 282 mil 810 son hombres y 1 millón 271 mil 708, son mujeres.
El principal reto, tanto para los partidos políticos, como para los candidatos sin partido o independientes, será motivar a los electores, para que acudan a las urnas a emitir su voto.
En las elecciones intermedias del 2015, Baja California alcanzó el más alto nivel de abstencionismo, a nivel nacional. De un total de 2 millones 361 mil 747 electores, que integraban el listado nominal, no acudió a votar el 70.4%.
En septiembre del 2015, Victor Alejandro Espinoza, investigador del Colegio de la Frontera Norte, advirtió que el asbtencionismo electoral, es el reto del presente proceso.
“Una realidad –decía- en el panorama electoral de Baja California es sin duda el desafecto de los ciudadanos al “llamado de las urnas”. Los promedios de participación son los más bajos del país, tanto en elecciones locales como en federales. Paradójicamente este fenómeno se viene acentuando en la entidad que alguna vez fue ejemplo nacional porque en ella se registró la primera alternancia en una gubernatura en aquel lejano año de 1989”.
El investigador señala que el abstencionismo es multicausal. Que hay quienes insisten en justificar las altas cifras que reporta la entidad por la variable migración, pero observa que esa hipótesis no se sostiene, pues hay otras entidades con altas tasas de movilidad demográfica y no registran tan altos porcentajes de abstención. Indica que quizás podríamos atribuir a este factor entre el 12 y el 15 por ciento, pero que el porcentaje de ausencia en las urnas sigue siendo muy alto.
Hace hincapié, en que la abstención electoral en el municipio de Tijuana, 1989-2010, demuestra que el principal factor de desafecto es el hartazgo a las prácticas de corrupción e impunidad, así como la falta de credibilidad de las élites políticas.
Considera que para la mayoría de los ciudadanos, “todos los políticos son lo mismo” y por ende los partidos políticos y sus gobiernos. Que la nuestra es una sociedad agraviada e incrédula. Que el fenómeno abstencionista, ha tenido lugar en un contexto bipartidista.
Bueno, también existió una fuerte sospecha de una traición o negociación, entre el empresario casinero, Jorge Hank Rhon y el entonces candidato panista a la gubernatura, Kiko Vega, para desplazar al priísta Fernando Castro Trenti.
Espinoza observa que el PRI, “aunque perdió la gubernatura en 1989 y no ha podido recuperarla, nunca dejó de ser la segunda fuerza; incluso en elecciones como la de 2010, prácticamente ganó “carro completo”: la mayoría absoluta en el Congreso y las cinco alcaldías. PAN y PRI históricamente se han repartido en promedio el 85 por ciento de los votos; terceros partidos en elecciones locales apenas aparecen; es el caso del PRD”.
Y aunque el PAN se ha mantenido en la gubernatura estatal, se puede decir que para los comicios de 2016, no puede “cantar victoria”. Incluso, se puede decir que las preferencias electorales están muy parejas con el PRI.
Cabe observar los resultados de los comicios del 2013, cuando el PRI logra 3 alcaldías, Tijuana, Ensenada y Tecate, en tanto que el PAN solamente 2, o sea Mexicali y Playas de Rosarito.
Por ejemplo, en Tijuana, ganó el priísta Jorge Astiazarán Orcí, de la alianza “Compromiso por Baja California”, integrada por PRI, PT, PVEM y PES, con 198 mil 714 votos, frente al panista Alejandro Monraz Sustaita, de la alianza “Unidos por Baja California”, integrada por PRD, PAN, PEBC y Panal, que logró solamente 175 mil 54 votos.
Las elecciones de Baja California, este año, serán sumamente especiales. Los principales factores que influirán en los posibles resultados, además del repudio hacia los partidos políticos, la apatía de los electores, los conflictos internos de las diversas organizaciones políticas y la paridad de género. Ah, y los llamados candidatos independientes.
Definitivamente, nadie puede cantar victoria. Ni siquiera con su respectivo voto duro.
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