Palco de Prensa
Lunes 20 Abril 2015
La antipartidocracia.
Por : Gilberto LAVENANT
Este fin de semana, la aparición de resultados relativos a varias encuestas sobre preferencias electorales, calentaron un tanto el ambiente de las frias campañas. Cual si fuese una vida artificial electoral.
A través de facebook, el Partido Acción Nacional, muestra resultados sobre encuesta de confianza ciudadana en partidos políticos, donde lleva ventaja sobre PRI, PRD y PVEM, supuestamente realizada por Parametría.
No aporta mayores elementos. Simplemente indica que el PAN logró + 11% de confianza ciudadana, en tanto que PRI, PRD, Morena y PVEM tuvieron resultados negativos : -14%, -15%, -22% y -6%, respectivamente.
Curiosamente, confrontando tales resultados, con los de encuesta realizada por Consulta Mitofsky, todos los partidos políticos son rechazados por la ciudadanía, disputando el primer lugar en ese sentido.
Mitofsky indica que la preferencia electoral por los diputados del PRI y de Morena, aumentó de febrero a marzo. No mucho, pero aumentó.
Observa que a dos meses de las elecciones federales, la preferencia electoral por el PRI –en términos brutos- aumentó 2% y Morena 1.7%.
Así mismo, señala que, en términos efectivos, o sea eliminando las respuestas de quienes no manifestaron preferencia por ningún partido, la preferencia por el PRI aumentó 1.7% y la de Morena 2.2%.
Sin embargo, se refleja poca preferencia electoral por los partidos pequeَños, que requieren al menos un 5% de la votación, para no perder el registro. En esa condición se encuentran PT, Movimiento Ciudadano, Partido Humanista y Encuentro Social.
Lo preocupante para los políticos, es el rechazo de la ciudadanía. Mitofsky advierte que aunque el PRI liderea la preferencia electoral, también es el partido que más porcentaje de rechazo tiene : 44% de mexicanos dicen que no votarían por el tricolor.
Así mismo, 35% de los mexicanos aseguran que no votarían por el PRD y PAN, en tanto que el 33% no lo harían por Morena.
En principio, el rechazo de la ciudadanía, reflejado en las encuestas, indica que la mayoría de los mexicanos, repudia la partidocracia. Que ya no quieren saber nada de los partidos políticos.
Y es que, independientemente de colores, siglas y supuestas ideologías, todos se distinguen por sus pretensiones económicas. Directamente por las prerrogativas o indirectamente por el poder público a través de posiciones de elección popular o de designación.
El repudio sería mayor, si supieran, que tan solo el proceso electoral 2015, tendrá un costo de 18 mil 572 millones de pesos, que podrían aliviar en gran parte los problemas que aquejan a los mexicanos. La democracia sale cara.
Así es que, los dirigentes de los partidos políticos, e incluso las autoridades electorales, deberían preocuparse por acabar las desaseadas prácticas políticas.
En especial, establecer las condiciones para obligar a los políticos a cumplir con las responsabilidades que asumen, al ocupar cargos de elección popular o de designación. La revocación de mandato, es una vía, pero más importante que eso, es eliminar la impunidad.
Si los políticos mienten, pues a rechazarlos. Que nadie vote por ellos.
Pero si los políticos roban, que vayan a la cárcel. Como nada les pasa y, por el contrario, siguen haciendo de las suyas, la ciudadanía ya no los tolera.
Ya no basta el abstencionismo. El no votar, equivale casi a complicidad.
Es necesario que la ciudadanía abandone indolencia y desinterés, para convertirse en activistas políticos. La partidocracia no morirá tan fácilmente.
Ya hay muestras, de participación ciudadana. No precisamente por la vía electoral, sino interes por conocer al detalle los problemas sociales. En especial, aquellos asuntos en los que brota la corrupción.
El cuestionar lo que se hace con los recursos públicos, es un derecho irrenunciable.
La voluntad popular puede derribar enormes barreras. Se requieren sacrificios, si es cierto, pero es preferible luchar, para vivir, que vivir muertos.
Pero es importante precisar, que la lucha contra la partidocracia, no es propiamente creando nuevos partidos políticos. Al final de cuentas, todos son iguales.
Si lo que reflejan las encuestas, se hace realidad en los comicios del 7 de junio, al menos cuatro de los minipartidos, perderán su registro.
Pugnar por eliminar a los diputados plurinominales, para reducir a 300 las curules de la Cámara baja, es un paso importante.
Presionar luego, para eliminar la impunidad y ser más exigentes en la transparencia y rendición de cuentas. ¡Muera la partidocracia !
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