Palco de Prensa
Martes 21 Octubre 2014
Por : Gilberto LAVENANT
Aunque aún hay muchos que se niegan a creerlo, el excandidato priísta a la gubernatura estatal, y actual Embajador de México en Argentina, Fernando Castro Trenti, está empecinado en demostrar, que dice la verdad, cuando afirma que no tendrá intervención alguna en los procesos electorales hacia los comicios del 2015 y 2016, en la entidad.
Seguramente, habrá quienes digan que esto no tiene la menor importancia.
Bueno, hasta los comicios del 2013, quien partía y repartía, en el priísmo bajacaliforniano, lo era Castro Trenti. El del empresario casinero, Jorge Hank Rhon, es un grupo fuerte, al interior del PRI, pero más que todo, porque lo conforma con sus propios empleados. Poderío político, prácticamente no lo ha tenido nunca.
Porque, digan lo que digan, en el ámbito político, “el cachorro” no es ni la sombra del Profesor Hank González.
Obviamente, tuvo cierto poder político, cuando fue Alcalde de Tijuana. Pero luego se le desvaneció de las manos, cuando intentó ser Gobernador de Baja California.
Después de la derrota de Hank, ante el panista José Guadalupe Osuna Millán, el ahora funcionario diplomático, formó su propia corriente política y tuvo al PRI bajo su absoluto dominio, durante varios años.
Era Fernando, quien decidía las candidaturas. Incluso cómo se integrarían los Consejos Políticos, tanto municipales como el estatal, y quienes se integrarían al Nacional, con dicho carácter.
Pocos, realmente muy poco, eran los hankistas que lograban alguna posición. Ni de suplentes.
Ahora, en la administración del XXI Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por Jorge Astiazarán Orcí, los hankistas resucitaron, políticamente hablando. Acapararon casi todas las posiciones disponibles.
Salvo los amigos de Astiazarán, que son sus colaboradores más cercanos, el resto son hankistas. Incluso, se dice que esa fue la condición o requisito, para “palomearlos”.
Si en el 2016, el PRI pierde la alcaldía de Tijuana, o la gana, pero alguien ajeno al hankismo, los hankistas se salen del campo del juego y se repliegan a las gradas, como simples espectadores.
Por ello, es interesante la postura de Castro Trenti.
Aunque no es nada del otro mundo.
Antes de asumir el cargo diplomático, se reunió con los más cercanos seguidores del castrotrentismo, y les advirtió, que tenían qué tomar decisiones por su cuenta. Que a partir de entonces, cada quien tenía que rascarse con sus propias uñas.
Y así lo hicieron. Fernando jura que no intervino, para nada, a fin de que Nancy Sánchez, lograra la presidencia estatal del PRI, o Julio Felipe García, la delegación de la Profeco. O bien, Francisco Domínguez, la delegación del Autotransporte Federal.
Sin embargo, hubo quienes, dejaron que los demás creyeran, que eran los herederos del castrotrentismo. Que, cual si fuese una simple sucesión, podían ostentar y ejercer el liderazgo que durante tantos años formó el ahora Embajador.
Ese fue el caso de René Adrián Mendívil. Siendo coordinador de la fracción parlamentaria del PRI, en la Legislatura Estatal, se le hizo fácil presumir la dirigencia del castrotrentismo. Y negociar con la misma.
Sintiéndose libre, Mendívil quizo volar, pa´donde lo llevara el viento. Y voló dentro del campo de los Xolos e incluso se asomó a los dominios del kikismo. Parecía que había superado a su maestro, en eso de negociar hasta con las fuerzas políticas opositoras al priísmo.
Sin embargo, Castro Trenti está lejos, pero no es tonto. De inmediato marcó su raya y ha dicho, insistentemente, que quienes le seguían, son libres de armar sus propios proyectos. Pero nada de que pretendan negociar, en su nombre y representación.
Por ello, no desaprovechó la entrevista que el pasado fin de semana le hizo, vía telefónica, un reportero de Tijuana.
Lo dijo claramente, que ni alimenta aspiraciones, para ocupar un cargo en 2016 en Baja California, ni tiene favoritos en los procesos locales.
Aunque no dijo mucho, prácticamente subrayó aquello de “no se puede estar en misa y andar en la procesión”. Imaginen nada más, al Embajador, negociando posiciones de regidores, síndicos y cargos menores.
Por ello puntualizó, según el reportero, que ni tiene candidatos, ni preferidos, para los próximos comicios locales. Por ello lo de ¡ Fuera las manos !
Por cierto, cuando en días pasados, el columnista comentó sobre el deslinde de Castro Trenti, de Mendívil, quien aparentemente se dejaba querer, como si fuese el heredero al trono del castrotrentismo, hubo quienes consideraron que era algo inverosímil o difícil de creer.
El columnista lo reitera : René Adrián Mendívil Acosta, es “agente libre”. No liderea, ni representa al castrotrentismo, ni tiene la anuencia o aval de Castro Trenti, para negociar con el Phankismo.
A propósito, están en formación, nuevas corrientes políticas priístas. Ajenas a Hank Rhon.
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