lunes, 11 de agosto de 2014

Los deslindes. Por : Gilberto LAVENANT

Palco de Prensa
Lunes 11 Agosto 2014             
                                                                  
Los deslindes.    

                                                        
Por : Gilberto LAVENANT

Ayer, luego de pasar varios días con su familia, en Tijuana, regresó a la capital del país, para de ahí viajar a Argentina, Fernando Castro Trenti, a fin de continuar sus labores de Embajador de México en la tierra del Papa Francisco, Maradona y tantos personajes más.

Poco antes de abordar el avión, se comunicó con el columnista, vía telefónica, con quien tuvo amena charla. Evidentemente, ya cerraron las heridas del fracaso electoral del 2013 y está aprovechando la posición en que se encuentra, un nivel superior y especial de hacer política. Como decía el columnista recientemente, está cursando un Doctorado en política internacional y en macroeconomía, que le permitirán marcar nuevos derroteros en su carrera política.

Definitivamente, no olvida a Baja California, en especial a su familia, a sus amigos, los lugares que frecuentaba, pero entiende que todo en la vida tiene etapas, y asegura ya haber superado la etapa que le tocó vivir en Baja California. Describe con nostalgia, muchos pasajes de su vida en esta entidad. Pero hasta ahí.

Sin embargo, en principio contra su voluntad, por salud política, concretó su visita a esta frontera, estrictamente al ámbito familiar, donde el personaje central lo es su madre. No se entrevistó con nadie, ni siquiera con sus más entrañables amigos, pero lo hizo, confiesa, porque hay quienes insisten en que Castro Trenti maneja la política en Baja California.

Tenía que dejar muy claro, que ya se deslindó de la política bajacaliforniana y que no es responsable, ni autor intelectual, de lo que aquí pase o hagan los priístas o aquellos que sean contrarios a los gobiernos panistas en turno.

Por cierto, periodistas y políticos anduvieron indagando, tratando de saber en donde hacer contacto con Fernando. En especial, porque se había dicho que su visita obedecía al hecho de que un grupo de abogados le harían un reconocimiento. Al final, solamente convivió con su familia.

Le dolió, evidentemente, no  haber podido reunirse con sus amigos, o ni siquiera haber podido establecer contacto con ellos, aunque sea por la vía telefónica. Comentó que trataría de comunicarse con varios de ellos, antes de abordar el avión, a fin de hacer planes para su próxima visita.

Argentina, observa, está muy lejos de México, y en particular de Baja California, para pretender estar al pendiente de la política regional. Hace hincapié en que es ajeno a la ubicación de Nancy Sánchez Arredondo en la dirigencia estatal del PRI, o la del exdiputado local Julio Felipe García, en la Delegación de Profeco.

No niega que son sus amigos, pero asegura que es ajeno a los cargos que ambos desempeñan en estos momentos.

Explica que se siente satisfecho de haber formado cuadros, que muchos de quienes le acompañaron en sus batallas, ya están volando solos, y están formando y echando a andar sus respectivos proyectos políticos.

Ya no tienen que esperar, a que Castro Trenti vaya a la capital del país, les abra puertas y los recomiende. Ahora, con el debido respeto, cada quien “se rasca con sus propìas uñas” y eso les hará crecer políticamente.

Se escucha al embajador mexicano, sin apasionamientos, ni frustraciones, enfocado en sus altas responsabilidades, representando, de la mejor forma posible, a México en el exterior. Allá, no sirve de mucho el simple discurso político. Se requiere capacidad, astucia, entendimiento, sensatez, madurez.

Fernando reconoce que pretender regresar a Baja California, es tanto como un volver a empezar su carrera política, cuando que desde la posición que ocupa, observa las cosas totalmente diferentes e incluso puede incidir en la ansiada mejoría de los bajacalifornianos, pues tiene trato directo con los principales colaboradores del Presidente Enrique Peña Nieto.    

Refiere que tuvo que posponer unos días su programada visita a Tijuana, porque se quedó en Argentina a atender a su amigo Alfonso Navarrete Prida, Secretario de Trabajo. Por ello la visita fue mucho más breve y sin apariciones en público.

Luego de conocer el posicionamiento de Castro Trenti, respecto a desempeño como Embajador de México en Argentina y su futuro político, habrá quienes consideren que en lo sucesivo, solamente habrá una corriente política en Baja California, la del hankísmo. Y tal vez tengan razón, pero eso no significa que todos los priístas bajacalifornianos serán hankistas. Estarán juntos, pero no revueltos.

Tarde que temprano, tendrán que entender, que no es lo mismo, futbol, que política y, por lo tanto, tampoco barras o porras, que grupos de trabajo partidista. Sobre todo, que el líder del hankísmo, el empresario casinero, Jorge Hank Rhon, reúne todas las características propias de un cacique de rancho, pero no para gobernar a Baja California.

Es deplorable, que la mayoría de quienes gobiernan a Baja California, bajo las siglas del partido tricolor, se arrodillan ante Hank Rhon, como si fuese su padrino, sin importar su desordenada vida personal y familiar, ni su falta de moral y ética.  

El simple hecho de que sea el principal promotor de la ludopatía, en Baja California, lo descalifica para aspirar a gobernar esta entidad. Así que, aún sin el castrotrentismo, tendrá que seguir guardando sus aspiraciones políticas futuristas. En especial, porque no cuenta con la anuencia del peñanietismo.

Para colmo de los hankistas, pese a la lejanía del líder del castrotrentismo, la figura del ahora Embajador de México en Argentina, Fernando Castro Trenti, seguirá siendo mucho más que “una piedra en las botas” de Hank Rhon. Sobre todo, porque ante el deslinde de Castro Trenti, surgen ya nuevas corrientes políticas priístas en la entidad.
                                                                                                   

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