Tijuana, B. C., 14 de Febrero de 2014. La Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) informa, respecto del caso de un hombre de identidad desconocida que se suicidó alrededor de las 10:20 horas, lanzándose de una torre de la subestación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ubicada en bulevar Cuauhtémoc y Paseo Centenario, Zona Río:
Desde a las 5:45 horas, aproximadamente, momento en que trascendió que una persona de sexo masculino amenazaba con lanzarse de la torre de unos 15 metros de altura, acudió personal de la Dirección de Bomberos, de la SSPM, al mando del titular, Carlos Gopar Uribe, para tomar conocimiento del asunto.
Por su parte técnicos de la CFE ordenaron suspender el suministro de energía eléctrica, para evitar el riesgo de que dicho individuo recibiera una descarga mortal.
Esto dejó sin fluido a casi toda la Zona Río, donde se asientan centenares de negocios, oficinas, nosocomios y clínicas, incluido el Hospital General, con grave peligro para los pacientes internados. Ello además del congestionamiento del tránsito de vehículos en el área.
Psicólogos de la Unidad Municipal de Atención Social (UMAS) y de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) dialogaron con el aludido para conocer los motivos que lo orillaron a atentar contra su vida y para tratar de convencerlo de que bajara, pero todos los esfuerzos resultaron estériles.
Entrevistado por los medios de comunicación en el lugar de los hechos, Gopar Uribe comentó que “en ningún momento el equipo de psicólogos lo dejó solo. La respuesta tenía que ser muy pragmática, bien pensada, porque el objetivo era realizar el rescate en forma favorable, pues hasta en las ocasiones en que intentaron acercarse a él para darle agua, amenazó con tirarse”.
Insistió Gopar Uribe en que, por instrucciones del secretario, Alejandro Lares Valladares, estuvo en contacto con las demás instancias para actuar en coordinación en busca de resultados positivos.
Incluso en el momento en que se suscitó el desenlace explicaba la situación a funcionarios de la Procuraduría de Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California (PDH), para que constataran que lo primordial era preservar la vida del hombre, no obstante que con su actitud ponía en peligro la de muchas otras personas recluidas en hospitales y clínicas del área.
El director de Bomberos subrayó que el Secretario de Seguridad Pública Municipal ordenó tratar el problema con marcada precaución, porque cada vez que se aproximaban a dicho individuo éste amagaba con lanzarse y no querían provocarlo; “siempre fue un trabajo de la mano con los psicólogos y siguiendo las instrucciones de éstos”, concluyó.
En el Hospital General existen antecedentes de que el ahora occiso estuvo internado ahí en tres ocasiones en que atentó contra su vida. En una porque se cortó las venas de un brazo y en otra porque se tiró de lo alto de un puente y se lesionó las extremidades inferiores.
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